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10 de noviembre de 2009

Setlist Rammstein tour 2009

La noche tuvo muchas sorpresas, y eso que sabíamos que con Rammstein hay que estar preparados para casi todo.
La primera de ellas es que sí traen teloneros. No se anuncian en ningún sitio (o por lo menos no los he visto), ni siquiera en las entradas al concierto (las compramos por Blueticket y no se nombra a un segundo grupo en el evento, no sé las compradas en mano en Fnac’s y demás). Pues sí, Rammstein van de gira con unos teloneros.
Creo que pocos en el Pavilhão Atlântico sabían que habría un segundo grupo, y me dio la impresión de que nadie estaba allí por ellos. Así que Combichrist salieron al escenario entre la sorpresa y poca confianza en ellos en general. Personalmente, si hubiese sabido que ellos tocarían antes hubiera disfrutado más de su actuación.
Combichrist son un grupo de techno-industrial, no sabía qué nombre darle exactamente, que arrancaron muy fuerte con un público que fue injusto con ellos. Nos dieron apenas media hora de espectáculo, y hasta consiguieron arrancar aplausos y saltos en las primeras filas del público, solamente a base de su música. Un poco de juego de luces, nada de pirotecnia ni efectos especiales. Luces y su música. Y su media hora se me hizo corta.



A las 9 y poquitos minutos salieron Rammstein a romper el escenario. Literalmente. Con una música épica en off nos dimos cuenta de que, efectivamente, Ramlied está pensada para abrir conciertos. A lo largo de una hora y media largas que se pasaron demasiado rápidas demostraron que el Liebe ist für alle da funciona en directo. Del nuevo disco tocaron la ya dicha Ramlied, Waidmanns heil, Haifisch, B********, Fruhling in Paris, Wiener Blut, y, por supuesto, Liebe ist für alle da y Pussy. Quizás me olvide de alguna, es martes por la tarde y apenas llegué esta mañana de Lisboa, no tengo la cabeza para recordar más.
Aunque por supuesto también tocaron las clásicas. Sonne, Feuer frei!, Links 2 3 4, Keine lust, Du hast, Ich will, Engel, y hasta Seamann. Tampoco sé si están todas, pero están todas las que son.
El concierto, tanto canción por canción como en conjunto, fue brutal. Tuvimos la pirotecnia que esperábamos más pequeñas sorpresas escénicas a lo largo del concierto que hacen que los directos de Rammstein sean especiales. Me siento mal diciendo abiertamente qué hacen, porque me parece reventarle la sorpresa a quienes quieran verlos en los conciertos que les quedan por hacer (cosa que altamente recomiendo), así que el próximo párrafo está escrito en el color del fondo. Quien quiera leerlo solo tiene que seleccionar el texto, y se hará visible.

Además de la pirotecnia acostumbrada: llamaradas, chispas y el “lanzallamas oral” en Feuer Frei!, tuvieron a muñecos colgados del techo, hachas y una radial para empezar el concierto rompiendo el fondo del escenario y entrar, un surtidor de gasolina, un hombre en llamas corriendo por el escenario, una bañera con Flake cubierto de fuego, también la cinta de andar de Flake y su travesía en balsa por las cabezas del público, y un cañón con connotaciones fálicas escupiendo espuma en Pussy… y creo que no me olvido nada.

Y ya a modo de opinión personal, si yo fuera parte del grupo, habría salido acojonada al escenario. Estaba presentando un disco bastante arriesgado dentro de lo que es la música de Rammstein, y mucha gente estaría en el concierto juzgándome. Deseando que le demostrase que ese disco funciona en directo, que no es un paso atrás ni una pérdida de tiempo. Este concierto de Lisboa fue el primero de la nueva gira, así que hasta ahora no cuentan con más opinión que la de la crítica musical, que puede ir a decir misa si a la gente no le gusta el disco.
Creo que sí estaban nerviosos. A las primeras canciones, casi todas de este último disco, el público estaba muy parado. Quietos, muchos simplemente mirando qué pasaba en el escenario, como si tuvieran que poner nota a lo que estaba sonando. En la grada, me dio la impresión de que solamente mi novio y yo cantábamos o nos movíamos un poco. Pero al llegar Fruhling in Paris (por cierto, los pelos de punta nos puso), cuando Til puso el micrófono al público y se escuchó que cantábamos el estribillo, me pareció ver un gesto de entre alivio y agradecimiento.




Tras hora y media de espectáculo, música y fuego, y algún que otro bis, definitivamente se encendieron las luces, con un buen sabor de boca, aunque se hizo corto. Tocan muchas canciones, pero por cada una que suena, otras dos se tienen de quedar en silencio, simplemente porque no hay tiempo.
Mientras, yo me llevo un llavero y un poster, y un dolor de cervicales que todavía me dura. Y un viaje tremendo a Lisboa.


Por cierto, por si alguien sabe:
Me he fijado en que últimamente algunos miembros de algunos grupos salen a escenario vestidos con una camisa de botones negra con un brazalete rojo en un brazo. Se lo vi a Slipknot, a los Amott de Arch Enemy, y este domingo pasado, Richard Kruspe también lo llevaba.
¿Es una moda, una reivindicación…?

2 comentarios:

Isi G. dijo...

Ni idea, pero me hubiese gustado estar en el concierto xDDDD

Besotes!!!!!!!!

Unknown dijo...

Te falta alguna canción...

Esta es mi reseña del concierto de Bilbao

http://miopinionmusical.blogspot.com/2009/11/concierto-rammstein-bilbao-exhibition.html

espero que te guste!!