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13 de julio de 2010

Rectificando decepciones en Wasteland

Hace unos meses publicaba la entrada “De decepciones y de sueños”, en el que ponía a parir al grupo In this moment por el fracaso que fue su segundo disco, The Dream. Mi sorpresa hoy, cuando de casualidad entré en la sección de “recomendaciones” de Lastfm y vi que habían sacado disco (parece ser que hoy 11, aunque comentarios en youtube dicen que tienen “ganas de ir a por el disco este 13”.
Enseguida, como no podía ser de otra manera, me puse a buscarlo por Google. Varios resultados, y probando varios links, al rato ya lo tenía bajado.

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Voy por la 9ª canción del disco, The last cowboy, y tengo que decir que se han ganado mi respeto de nuevo. Se acabaron las tonterías de Call me, de las baladas azucaradas, y Brink ha vuelto con sus mejores gritos (ni comparación con el primer disco, todo lo que ha aprendido). Una mención aparte, aunque bastante grande, se lo lleva la parte musical. Brutal, contundente, grave, más heavy que nunca. Dan ganas de subirle el volumen a los cascos para notar los bombos y el bajo vibrar dentro del pecho. Es fuerte, es enérgico, grave… más fuerte que nunca.
(Acabo de llegar a la 10ª canción, World in flames, sí es una balada).


El disco vuelve al punto que abandonaron tras Beautiful Tragedy y a partir de ahí se endurece. Retoma la fuerza que parecía tener en un principio la banda, pero que se desinfló con el segundo disco. Podemos olvidarnos de The Dream, A Star-Crossed Wasteland es algo totalmente diferente. Brink sigue mezclando las voces guturales (ya lo dije pero lo vuelvo a repetir, sus mejores guturales) con las melódicas, y se nota que ha mejorado en ambas.
El disco empieza con el nuevo single, Gun Show, y sigue con 10 canciones muy diferenciadas entre sí, variadas y creo que puede haber para todos los gustos. La canción The Promise tiene una colaboración con una voz masculina (no sé quién es) que hace que se te pongan los pelos de punta. Una de las sorpresas que me llevé con este disco, y de las gratas, es la música. Es más fuerte que nunca, está ya formada como la de un grupo con experiencia. No es una música tímida o vacilante de un grupo que edita su primer disco (como le noté en Beautiful Tragedy), sino que viene pisando segura, vibrando y dando ganas de saltar. Tienen nuevo bajista (según wikipedia) y se nota su aportación, junto a la base de la batería, que le dan toda esa fuerza que eché en falta en The Dream.




Frente a este cambio radical de actitud frente al segundo disco, solo tengo otra cosa que darle las gracias a In this moment por estas 10 nuevas canciones, poco más de 40 minutos seguidos de metal; sin intervalos ni trangalladas como en el anterior disco. Metal de verdad, dejándose de rabbit holes y baladas con videoclips a las orillas del mar.
Los vestidos de Brink están dejando de ser ridículos para convertirse parte de ella. Hoy me enteré que va por los 30 y algo años, así que supongo que sabe lo que hace, y si los mantiene 3 años después de salir el primer disco, será por algo. Siguen sin pegando con la música, pero supongo que si se los cambiase ahora, protestaríamos.


Gracias por este regreso tan inesperado y tan contundente.

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1 comentario:

Isi G. dijo...

Cuando vuelva a Málaga hablaremos el grupo este y yo, que aquí no puedo escuchar música porque estoy en un ordenata público ¬¬

Besotes^^