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26 de diciembre de 2010

Primeros días de Navidad

Desde la última entrada no han pasado demasiadas cosas. Lo más destacable es que el miércoles llegué a las 9 y media de la Facultad y mis compañeros ya se habían ido todos para sus casas y, ahorradores ellos, habían apagado el calentador y el gas. Y yo no todavía no soy capaz de encender fuegos en interiores, mucho menos si hay gas de por medio.
Iris me dejó ir a ducharme a su piso. La mejor ducha desde hace varios meses: tiene mampara su plato de ducha, no hay que estar pendiente de que el agua no se salga ni hay que fregar todo el cuarto de baño después, y el agua caliente es caliente de verdad, con posibilidad de regularla, y sabes que no va a empezar a salir fría así porque sí. Me dio pena tener que salir y volver a mi piso.
Eso sí, de fregar los platos en agua fría no me pude librar. Fui haciéndolo poco a poco, cada vez que empezaba a dejar de sentir las manos y dejaba de poder mover los dedos para coger las cosas más pequeñas paraba durante un rato.
El 24 y el 25 no hice muchas más cosas que comer y cotillear. Los planes y el menú fueron los mismos que desde hace casi 10 años, y la compañía también. Canapés, marisco (este año en vez de camarones fueron langostinos, que comí como si no hubiese mañana, por cierto), sopa de pollo y verduras, jamón al horno y empacho de turrones. Tanto la cena del 24 como la comida del 25.
Por la tarde/noche del 24 salí con mi padre y mi hermano a dar una vuelta por Coruña, mientras no llegaba la gente para empezar a cenar, y en el Obelisco tenían de nuevo el árbol gigante azul. Saqué foto, la pongo al final.
Es el primer año que no era obligatorio que mi padre condujese de vuelta a casa, y se aprovechó del reciente carnet de mi hermano para que bajase él el coche. Decir que pasé miedo es poco, aunque llegamos a salvo y dentro del tiempo estimado. Y desde esa solo dormí (como una burra), jugué a los Sims, jugué con Sally y poco más.
Estoy empezando a probar la cámara nueva en serio, y aprovechando que mi padre decoró de manera especial la casa y hay unas cuantas bolas colgando de los marcos de las puertas, estuve jugando un poco con el enfoque y aprendiendo a quitar el flash.

Las dos fotos que tocan hoy:
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El árbol del Obelisco, enorme y literalmente deslumbrante.

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Experimentos con la bola. No es una gran foto, pero me gusta.
También se le puede llamar “cani navideño: en vez de hacerse fotos en el espejo se los hace en los adornos de Navidad” xD

2 comentarios:

Isi G. dijo...

Qué fotazas niña, me encantan^^

Besotes y que el resto de las fiestas vayan bien :)

Joni billy dijo...

guau!!! el arbol del obelisco es genial! las fotos de las bolas navideñas sublime xD
y te comprendo respecto a la ducha, porque yo tambien tengo que estar pendiente de si se sale el agua, o de repente pasa de caliente a fria o viciversa, es un horror!! por cierto no he dicho quien soy, te resultare conocido del foro bilesgay xD soy JONBI y bueno hace poco me he hecho un blog, y nada muchos blogs de foreros los tenia guardados y em entretenia leeyendolos xD