Photobucket

3 de junio de 2011

Tatu, día 1

Debería estar haciendo trabajos de clase. En cambio, decido que voy a hacer una especie de diario (a ver si luego soy capaz de cumplir día a día) sobre el tatuaje y lo que me va doliendo/sintiendo. Espero que esta entrada sea la más larga de todas, significaría que los próximos días no tengo problemas con él y no tengo mucho más que decir. No creo que esto vaya a durar mucho, supongo que en tres o cuatro días deja de hacer cosas raras y empieza a ser una herida normal.

No llevó demasiado tiempo hacerlo. Tampoco estuve tan nerviosa como pensé que estaría, o como estuve antes de subirme al bus que me dejaba en la zona. Me llevó más o menos el tiempo de comerme un chupachups. Con calma, por supuesto, porque estaba atendiendo más a lo que pasaba en mi espalda que lo que pasaba delante de mí, pero más o menos fue ése el tiempo: tienen chupas en el sitio de tatuar, entre para entretener y para tener algo que morder cuando duele xD Cogí uno y lo desenvolví cuando estaba haciendo la marca de dónde iría el tatuaje, y cuando acabó y me levanté para mirarme en un espejo aproveché para tirar el palo.
Lo primero que me hizo fue sacar una especie de calcamonía para marcar en la piel dónde iría, y los límites. No va tatuando sin una guía, ni pinta con bolígrafo. En un papel que supongo que será especial calcó el modelo que le había llevado yo, me lo pegó a la espalda, le pasó un líquido que hizo que se me pegase el papel a la piel, y al sacarlo, estaba la marca ya pintada.
Luego me mandó sentarme en una silla a horcajadas, dándole la espalda, y apoyar el brazo en el respaldo para tener la zona lo más quieta posible.
Luego, pasó a perfilar el dibujo. No fueron más de 15 minutos, aunque me olvidé de mirar el reloj (bastante tuve con acordarme de que tenía que avisar a David de que íbamos a empezar xD). No me dolió. La sensación era como de una vibración de algo pequeño, una vibración fuerte, sí. Me estaba tatuando cerca del hombro y me temblaba hasta el codo. Noté pinchazos sueltos, pero como los pinchazos de una aguja de una vacuna, nada fuera de lo normal.
Al acabar de perfilar, cambió de aguja (supongo que por una un poco más gruesa, no las miré, la verdad; aunque las de Iris las miré y no vi diferencia entre ellas) y se puso a rellenar. Sí sentí algo más, pero salvo segundos contados no fue dolor. Me molestaba más la presión que hacía él con las manos para estirar la piel que la propia máquina. Sobre todo por la zona de arriba, más cercana al hombro, o la parte de abajo a la izquierda, también más cerca de un hueso, fue cuando más sentí. Era eso, como un pinchazo gigante y que vibra mucho, pero no gran cosa. Se movía de sitio bastante rápido, así que el dolor no duró más de 30 segundos de cada vez. De vez en cuando pasaba por un sitio más sensible que otro, pero no creo que llegase a pasar nunca de los 30 segundos seguidos. Hubo incluso momentos en que noté que me estaba tatuando porque escuchaba el sonido de la máquina, pero de verdad que me puse a pensar un par de veces “qué estará mirando que no me pone todavía la máquina…” cuando noto que la levanta: sí la tenía puesta. No exagero xD Fueron dos, tres veces máximo, pero llegó a pasar.
Acabamos rápido. Como decía, el tiempo de comer un chupa. Quizás ni una hora, o poco menos. Comparado con las dos horas intensivas que tuvo Iris ayer, me siento afortunada xD
Me dijo los cuidados básicos, y que en cuatro o cinco días nos pasásemos por allí para ver cómo nos iba cicatrizando, y nos mandó para casa.
Entonces fue cuando empezó a doler. Empezó por la sensación de “todavía no siento nada, pero seguro que si muevo el brazo me duele”, y para cuando estábamos en el piso ya lo notaba mazado.
Preelaboré (como dice David xD) la comida y mientras él se ponía a freír las patatas (preelaborarlas es cortarlas xD) me fui a limpiarlo. Le quité el papel film que lo cubría, y se tiene que lavar con las manos, no valen esponjas. Era como tener un moratón enorme y sensible, si quitamos la impresión de sacar el papel que lo tapaba y descubrir que hay rastro de sangre xD Al poner la mano encima era sentir la zona muy mazada, como cuando se tiene un moratón, pero duele bastante más xD Intentando limpiar todo bien y sin tardar ni cargar mucho, le pasé agua, un poco de jabón, le volví a pasar agua, lo sequé bien con un papel (vale, como estaba chorreando agua literalmente le puse antes encima una toalla xD) y le eché la pomada para “quemaduras y escoceduras” que me dijeron. Preferí que estuviese al aire, y me fui para el salón. Me dijo David “no se apoyes en el sofá”, pero como seguía con la sensación de “no me duele, pero si lo toco seguro que me duele” tampoco tenía pensado hacerlo.
Estando el salón un par de veces a David se le escapó una mano y me la pasó por encima, y no noté dolor. Un par de horas después tuve que subir a clase, y como todavía no le puede dar el sol directamente (que no es lo mismo que le dé el sol a que el tatuaje no vea la luz, que hay gente que lo confunde xD), además de para no ir luciendo crema blanca por la espalda, me quería poner una chaqueta. Me lo volví a limpiar porque la crema ya estaba bastante absorbida, y al pasarme la mano por encima noté que ya no estaba tan sensible.
Sin embargo, cuando le pasé el papel por encima para limpiarlo, me fijé en que salía bastante más negro que la anterior vez. Empiezo a perder tinta xD Lo limpié de tinta todo lo que pude, lo sequé bien, y le volví a echar la pomada. Por encima le puse un papel film de nuevo y la chaqueta por encima.

No volví a sentir nada hasta bajar de la Facultad en el bus. Cogí unos libros de texto de la ESO para hacer un trabajo, y los fui cargando en el brazo izquierdo. Eso, junto a la vibración del autobús, y andar chocando contra el asiento del bus, hizo que me diesen unos pinchazos por la zona. No sé si los sentí de verdad o los creó mi imaginación, pero fueron como unos cuatro pinchazos profundos pero cortos, por la zona tatuada. Además de eso no sentí nada más.
Y ahora, por la noche, llevo un rato sintiendo a veces un hormigueo muy suave, a veces algún pinchacito suelto (pero sospecho que éstos son porque el espaladrapo que sujeta el papel film me tira), pero nada más. Dicen que en uno o dos días empezará a picarme, pero todavía no siento nada. A ver si tengo suerte xD
Lo acabo de lavar y parece que más tinta no soltó. La gravedad se puso graciosa e hizo que toda la crema se deslizase a la parte de abajo, pringándome partes que no tenían que pringarse, pero no manché ninguna chaqueta ni nada de momento, creo. Lo que más grima me da hasta ahora es pasarle la mano por encima y notarlo en relieve. Porque está en relieve, la parte tatuada está hinchada, pero el resto no. Acabo de comprobar que el dolor de mazadura no está solo en la parte pintada, sino también alrededor.

Y otra cosa que no tiene que ver, pero si mi maldad no lo suelta, no me quedo tranquila. La zona de tatuar de ese estudio está dividida como en dos partes, para poder estar trabajando dos tatuadores a la vez. Están separadas por un cristal, que creo que ni está unido al techo. Supongo que si lo pides o lo ven necesario, pondrán un biombo para tapar, pero en principio ves todo lo que está pasando al otro lado. Si es que la máquina que te está clavando una aguja te permite pensar en otras cosas. Cuando fue Iris ayer a tatuarse, había al otro lado una chica haciéndose algo (pequeño, no llegamos a ver qué era) en las costillas.
Hoy había un grupo de 4 chicas de unos 20 y pocos, haciéndose, suponemos, el mismo tatuaje todas. En el tiempo que me hicieron el mío apenas dio para tatuar a una o dos, creo. Yo estaba de espaldas y no podía ver mucho, pero cuando me di la vuelta estaban todas en la misma posición que cuando entramos. También es cierto que cuando me empezó a tatuar a mí el otro chico estaba todavía preparando la zona para luego trabajar allí, por lo que entraron después, pero también mientras esperábamos a estar listas para empezar conmigo vi el diseño que tenían ellas y creo que solamente el acento circunflejo que tengo tiene más tinta y ocupa más espacio que lo suyo.
Pues bien. Yo miré apenas un segundo, o dos, y lo único que vi fue a una chica con un brazo extendido sobre una camilla (supongo que para tatuar en la muñeca) mientras con el otro se agarraba a otra chica, como si se la fuesen a llorar. Iris dijo que a la chavala esa le caían lagrimones. Mientras yo le decía a mi tatuador que me dolían más las manos de él estirándome la piel que la propia máquina.
Ésa era mi maldad hablando.

Buenas noches, estoy agotada :D Me duele toda la espalda en general de estar erguida todo el rato para no rozar contra nada, además de la tensión de la mañana, y no puedo aguantar despierta mucho más. Mañana más cosas sobre tintas que manchan sábanas (lo estoy viendo…) y espaldas que empiezan a picar.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Jajajjajajajaj me he tenido que reír con tu maldad xD

Amo tu tatu, que lo sepas, aunque creo que ya lo sabes. Seguro que pronto se te cura y no te da problemas^^

Besotes!!!