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30 de marzo de 2012

End of a era



Parece que se acabó. Lo que parecía que no iba a pasar, pasó, y parece que esta vez es definitivo.
Cuando, hace ya tres años, empecé con este blog, ya estaba con él. Ha estado a mi lado todo este tiempo y alguno más. Son muchos meses, más de tres años, día a día. Ha estado ahí desde que llegué a Coruña, aunque nos remontamos a algo más que ese tiempo.
Fue mi mejor amigo durante mucho tiempo. Desde que yo tenía unos 14 años o así, y es la razón por la que estoy estudiando en Coruña y no en Santiago, o en cualquier otro sitio mejor. Mientras lo conocí, pero no llegaba a Coruña estuvo a mi lado y compartimos muchas charlas de comprensión, desahogos y risas. Luego, además, compartimos cariño, intimidad, caricias, besos y una mayor complicidad.
Pero hace tiempo que yo no me siento igual. No me siento bien. Confío en él, le tengo cariño, pero no el mismo cariño que él siente por mí. O sentía. No estoy cómoda a su lado, sabiendo que él siente algo tan diferente a lo que yo siento, y que no soy capaz de corresponderlo. Llevo meses intentando aclararme, intentando arreglarme. He intentado cambiarlo a él, he intentado cambiarme a mí, he intentado cambiar mi vida, mi manera de pensar y de reaccionar. He intentado echarlo de menos, sentir que lo necesitaba, pero no ha funcionado.
Me acabo de rendir. Llevábamos tres años juntos, y llevo, en comparación a eso, demasiados meses luchando. No creo poder recuperar ese cariño y esa pasión que sentí durante los dos primeros años, y no soy capaz de mentirme ni mentirle más. He llegado al punto de sentirme mal al estar a su lado, de no poder corresponder nada del cariño que me da, de la manera que él espera que se lo dé. Estoy cansada de sentirme mal y apagada. Por supuesto que le sigo guardando cariño y lo sigo queriendo, pero no de la manera en la que debería hacerlo.

Se ha portado mal conmigo. No me ha querido comprender, me ha puesto de mala y de destructora. Me ha hablado como nadie me había hablado nunca, me ha intentado hacer todo el daño que podía hacerme. No lo sé si lo ha conseguido, porque hasta el día de hoy solamente siento una soledad inmensa, además de sentir que el mundo gira a la mitad de la velocidad, y que nada ha sido real. En parte lo comprendo. Le estoy haciendo daño, quizás más del que merece y del que yo querría que sintiese. Pero yo no puedo soportarlo más, y quiero ser con él todo lo honesta y sincera que he sido siempre.
He esperado al momento que pensé que era el mejor, aunque no lo haya comprendido. He intentado ser todo lo sincera que pude, intentar hacer lo mejor, y solamente he conseguido reproches y odio por su parte.

Hemos compartido muchas cosas durante todo este tiempo. Buenos momentos, malos momentos, y momentos aburridos y divertidos. Hemos compartido un tren durante 17 horas hasta Lisboa para un concierto de apenas 2 horas, hemos compartido conciertos pequeños y casi sorpresa, o festivales. Hemos compartido paseos, noches, días, y alguna madrugada. Hemos compartido cine, series, televisión, y horas muertas. Muchas horas en soledad y otras tantas en compañía. Nos hemos apoyado en todo lo que hemos podido, a pesar de tener ideas dispares o locas a veces.
No me arrepiento de nada de esto. Han sido unos años fantásticos, en los que he disfrutado mucho, en los que he aprendido muchísimo, hasta en los malos momentos. No me arrepiento de nada, y siempre guardaré esos días con cariño. Con pena por no poderlos repetir.

Ahora dice que me odia y no querrá verme delante. Espero que con el tiempo consiga perdonar que no sepa amarlo, que le haya hecho daño y que se sienta engañado. Yo siempre lo recordaré con cariño, no tengo nada en contra de él y sé que intentó que esto no pasase. Pero a veces las cosas no son como querríamos que fuesen.
Me duele especialmente que pueda pensar que voy a encontrarle sustituto, tarde o temprano. No habrá sustitutos porque ha sido único, he compartido muchas cosas por primera vez con él y eso no se puede sustituir. Podrá llegar alguien, más tarde que temprano, pero no será nunca un sustituto. Él siempre será él.

Hasta pronto, espero.

28 de marzo de 2012

Un corazón simple

Una noche, cuando tenía dieciocho años, la llevaron a la feria de Colleville. En seguida la aturdieron y dejaron estupefacta el estruendo de los músicos de la aldea, las luces de los árboles, el abigarramiento de los vestidos, los encajes, las cruces de oro y la multitud de gente que saltaba al mismo tiempo. Ella se mantenía apartada modestamente, cuando un joven bien trajeado, y que fumaba su pipa apoyado en la lanza de un carricoche, la invitó a bailar. La obsequió con sidra, café, galletas y un pañuelo de seda, e imaginándose que ella barruntaba su intención, se ofreció a acompañarla. […]
Inmediatamente él habló de las cosechas y de los notables del pueblo, pues su padre se había trasladado de Colleville a la granja de los Ecots, de manera que eran vecinos. “¡Ah!”, dijo ella.
Él añadió que deseaban casarlo. Pero no tenía prisa y esperaría hasta encontrar a una mujer de su gusto. Felicité bajó la cabeza y Théodor le preguntó si pensaba en el matrimonio. Ella contestó, sonriendo, que hacía mal en burlarse.
-¡Pero no, se lo juro!
Y con el brazo izquierdo le rodeó la cintura; disminuyeron el paso. El viento soplaba suavemente, las estrellas brillaban, el carretón de heno oscilaba delante de ellos, y los cuatro caballos, arrastrando las patas, levantaban polvo.
[…]
Cuando llegó el momento, Felicité corrió hacia el enamorado.
En su lugar encontró a uno de sus amigos.
Este le dijo que no volvería a verlo. Para librarse del servicio, Théodor se había casado con una vieja muy rica, la señora Leoussais, de Toucquet.
La aflicción de Felicité fue muy grande. Se arrojó por tierra, gritó, invocó a Dios, y se quedó gimiendo sola en el campo hasta la salida del sol.

Un coeur simple, Gustave Flaubert

27 de marzo de 2012

¡Un año de metal!

¡El domingo cumplí un año dentro de The Drink Tim! ¡Cómo pasa el tiempo! Parece mentira. Hace ya un año desde que cogí todo mi morro y les mandé un mail; luego descubrí que no es tanto morro porque andan siempre buscando gente nueva. Les mandé el mail, mantuvimos contacto por un par de días, compré las entradas para Hamlet a lo loco, y tras unas 16 horas de trabajo (no exagero, fue una pasada aquello) en la crónica y en las fotos, la envié, y un par de días después, se hizo oficial mi entrada en la web.
Luego vi que el trabajo era algo más que entrar a los conciertos, sacar fotos y luego escribir en casa una crónica al mes, pero tampoco me quejo. Y en un año creo que he andado bastante, en todos los aspectos. Bueno, para redactar crónicas a lo mejor no tanto, si tenemos en cuenta que la práctica ya la tenía; pero quién ha visto y quién ve las fotos que hice. O qué clase de cosas veo en los conciertos que el año pasado no veía. Ahora un directo lo vivo de manera completamente diferente a como lo veía antes. Tanto que se me hace raro no tener una libreta en la mano (las pocas veces que no la he llevado).
No sé cuántas crónicas habré hecho este año, la verdad, no he llevado la cuenta. Pero tengo que destacar la de Hamlet (por ser la primera), la de La Fuga (por lo bien que lo pasé sin esperarlo y por ese contacto personal con Sôber), el Rock in Way (por conseguir acreditación para festival, tampoco es que más allá de tres o cuatro conciertos valiese la pena haber ido), y por supuesto, el concierto de Noctiferia e In Flames. Sin las acreditaciones me hubiese perdido a esos dos grupos; a Noctiferia ni siquiera los conocería, y no hubiese profundizado algo en In Flames.
También he conocido gente, para bien y para mal. Principalmente, para bien, el propio staff de la web. Lo bien que lo hemos pasado cotilleando por Twitter, y en el grupo que tenemos en Facebook. Tan bien que el otro día se les fue una conversación de las manos y ahora van a hacer una fiesta con sorteos y cosas así el 13 de abril en Madrid (QUIEN PUEDA QUE VAYA). ¿Para mal? Irónicamente, dentro de la web, la persona que me dijo que entrase. Bastante irónico, sí. Y fuera de la web he conocido personalmente a un par de grupos, o por su culpa he ido a hablar con ellos, y ha acabado siendo buena idea. Tampoco con todos me ha ido bien, y he conocido al mítico grupo que sobresale de vez en cuando por su actitud chulesca y poco receptivo en críticas (aunque estén bien dichas y sin ganas explícitas de hacer daño -jajaja) más que por la calidad de su música.
Pero en general me llevo impresiones muy buenas. Los malos momentos soy capaz de recordarlos riéndome, así que tampoco han sido tan malos. Sigo sintiendo nervios cada vez que se apagan las luces y suenan las primeras notas, o cada vez que alguien sale al escenario y agarra el primer instrumento. Se me siguen moviendo las tripas mientras espero fuera de una sala a que abran las puertas, y siempre siento nervios cuando digo “vengo de The Drink Tim, soy...”. Pero sigo sintiendo esa satisfacción con lo que estoy haciendo (a veces con la seguridad de que lo estoy haciendo lo mejor que puedo, y mejor que otra gente) cada vez que le doy a “adjuntar archivo” en el mail de la web para enviar el texto definitivo.
Así que creo que aún me queda algo de guerra por dar. Cuánto tiempo exacto, no lo sé, pero quiero seguir haciéndolo por bastante tiempo. Aunque ahora no tengamos más conciertos programados hasta mayor, estoy segura de que al menos uno va a salir en abril. Y luego se abre la veda del verano, y luego la del otoño. Y cuando nos demos cuenta, habrá vuelto a pasar un año.

Mi hermano se ríe a veces porque dice que tengo un trabajo en el que no me pagan. Más allá de la entrada a algunos conciertos gratis, no es verdad del todo. Por un trabajo extra que he hecho este último mes, hay un paquete en camino con mi primer “premio” físico. Y voy a volver a hacerlo, espero, en un futuro.

Sé que tengo mis fallos. Sé que sobre todo en fotografía tengo que mejorar, y lo estoy cuidando. Estoy corrigiendo encuadres y sobre todo perdiendo la vergüenza a plantarme con el objetivo delante del grupo. Pero poco a poco. Aún me queda otro año por delante.

22 de marzo de 2012

Un martes diferente

Este martes pasado salí del piso a las 10 de la mañana para ir a clase, y estuve de vuelta a las 11. Pero del día siguiente. Como dije en Twitter “Clases de francés que se te van de las manos y cuando te das cuenta estás cenando cerveza a las 5 de la mañana en Mera”.
Así es. Salí del piso a las 10, llegué a las clases de entre las 10 y media y la 1 y media, salí a comer, perdí el tiempo hasta que a las 4 y media de la tarde para Literatura Francesa, y a partir de ahí no fue un martes normal. No somos muchos alumnos en esta asignatura, y menos los que vamos a clase. De hispánicas estoy yo sola (y otras dos chicas que vinieron un día y no volvieron a aparecer, no sé si se habrán matriculado siquiera), unas 5 personas de gallego, y el arquitecto que no podía faltar en una asignatura de libre de Filología. Pues al salir coincidimos tres, yo, una chica de gallego y un chico, y nos dijo si queríamos ir a tomar algo por ahí. Nos conocemos de clase, de hablar un poco antes de entrar en el aula y poco más, nada más. Y le dijimos que sí, que venga.
Después de dar algunas vueltas, acabamos en una tetería que no sabía ni que existía, chulísima y con una ambientación genial. Para hacerse una idea, teníamos una mesa bajita, ella se sentó en un banquito al lado de una ventana, él en una especie de banco-diván y yo en un puf medio deshinchado en el suelo. Era precioso el sitio, lleno de telas, sofás, cuadros... tienen un rincón separado con velos/cortinas para sentarse, aislado del resto del local, en cojines en el suelo. Increíble el sitio, tengo que volver así como pueda. Para dar pistas de donde está: detrás de la plaza de Azcárraga, puerta con puerta con el Garufa.
Cotilleamos y criticamos durante un rato a la profesora y a la materia, y luego los temas se fueron por otros lados. Que si la vuelta de Heredeiros, que si el chico estuvo también en el Brincadeira del año pasado (y también le pareció muy aburrido Europe, como a mí) y estará en el próximo, y tal. Y dijo que ese día había concierto de tango en noséqué bar, que fuésemos. La otra chica dijo que ella no podía, que vive en Mera (a unos 20 minutos en coche de Coruña) y que tenía que sacar al perro y darle de comer y que no podía. La conversación luego fue hacia que fuésemos nosotros hasta Mera. A tomar algo, aunque luego tendríamos que apañárnoslas más para volver porque con dos cervezas ya le pita el control y hay control todos los días. Después de un rato de negociar, nos acabó convenciendo de ir a pasar la noche a su casa, bajo la promesa de tener muchos juegos de mesa xD Pero somos responsables y dijimos que tendríamos que estar en la Facultad a la mañana siguiente para ir a clase.
Yo puse la condición de pasar a darle de comer a la cobaya, que ya llevaba todo el día sola. Así que me dejaron delante del piso, y mientras ellos se encargaban de conseguir la cena, yo cambié las carpetas de la mochila y le di de comer a Sally. Bajé mientras avisaba a David de que pasaría la noche fuera y tiramos directamente para Mera.
Nos recibió el perro de la chica. Un cruce de pastor alemán con mastín, que por encima tiene año y medio. Es decir, es un torbellino de energía descontrolada. Precioso y nos cogió cariño en seguida (o nos lamía para probar si estaríamos ricos), pero bruto como un arado. Cuando entramos a su casa (vive sola allí de estudiante, no vive en piso por el perro), dije “qué envidia de casa”, y era cierto. Es la segunda planta de una casa particular, la buhardilla, y con una cocina-salón, habitación, estudio y baño tiene suficiente. Todo en madera, recién reformado y pintado, y precioso. En serio, vaya envidia.
Pasamos, y sacó un par de juegos. Jugamos a uno que no sé cómo se llama, es una torre hecha con tacos de madera, que hay que ir sacando y poniendo encima, sin que se caiga. Jugamos a eso unas 5-6 partidas (y tres de las torres cayeron hacia mí). También pasamos un rato largo con los Conquistadores de Catán. Como dijo el chico, “el Age of Empires en mesa”. Es más sencillo: tienes una población, y tienes que ir recogiendo materiales para poder construir ciudades y casas. Quien llegue a una puntuación de 10 (casas 1 punto, ciudades 2 puntos) gana. Juegan a eso en Big Bang Theory en el capítulo 13 (creo) de la 5ª temporada: están Sheldon, Howard y Raj jugando, y se ríen porque Sheldon dice “quién tiene un tronco para mi oveja”. Es ese juego xD
¿Y la cena? Somos universitarios, ¡nos alimentamos de lo que llene el estómago! O ni siquiera, porque para cenar cogieron cerveza (Estrella Galicia, cuando les dije que soy sensible al alcohol me dijeron “esta es suavita”, Y UNA MIERDA xD) y pipas y cacahuetes. Pasamos la noche dándole a las pipas, saltando de tema en tema tanto que no sé si nos quedó algo por hablar. Entre las pequeñas incursiones que tuvimos en temas políticos o religiosos (no me acuerdo), estaban ellos dos en pleno debate, yo ya con el cerebro a media marcha, y desconecté. Me devolvió a la realidad un movimiento de algo contra la pared. Una bolita negra con cola corría pared arriba hasta subir el escalón que había bajo la nevera, para desaparecer. Un ratoncito dentro de casa xD La pobre chica desesperada, porque cuando llegó había ratones y creía que se había deshecho de todos, y tendría que repasar todas las trampas y venenos otra vez. Más adelante, cuando casi nos estábamos yendo a dormir salió de debajo de la nevera para correr medio metro y colarse bajo la lavadora xD
Y seguimos hablando y jugando con la torre de los tacos, hasta que alrededor de las 5 y pico de la noche, casi las 6, nos rendimos y nos fuimos a dormir. Las dos dormimos juntas, lo dejamos a él con el ratón. Aunque yo ya llevaba media noche con el cerebro lento y cansada, tardé mucho en dormirme. Las ventanas tipo buhardilla, las que están inclinadas en el techo, no tenían cortinas ni nada, y cuando conseguí dormirme el cielo estaba empezando a clarear. A las 8 y media sonó el despertador, además de que el perro quería salir a dar un paseo, y a las 9 y 20 estaba en mi Facultad, lavándome la cara para parecer decente, y llegué a clase a tiempo.
Llevé el día bastante bien, salvo cuando después de comer me puse a ver una serie y juraría que me faltan escenas xD Por la noche me di una ducha y salí despejada, pero empecé a caer en picado y a las 11 me rendí. Nada más que dormí 9 horas, pero me sentaron genial, y estoy recuperada, no como los fines de semana que salgo.
En hora y media vuelvo a entrar en clase de Literatura Francesa. Espero llevarla con más normalidad que el martes xD

Aún así, lo pasé genial. Conocí a estas dos personas (conocer mejor no mucho, porque las conocía apenas de compartir un par de clases y nada más), y aunque eran las 9 y media de la mañana tras haber dormido solo una hora y estaba cansada, no me arrepentí de haber ido. No sé si lo repetiría, pero me gustó en qué resultó la noche después de todo.

20 de marzo de 2012

Intertextualidad: Hora Zulu

Hora Zulu son una de mis referencias dentro del metal desde hace mucho años, casi desde mis principios en él. Siempre me han gustado y siempre me han llegado como pocos grupos han podido (hasta la fecha, solamente dos han conseguido hacerme llorar en un directo, los otros son Sôber). Los conocí cuando sacaron su segundo disco (creo), y como van cinco, se puede decir que ellos me han visto crecer, pero yo también los he visto crecer a ellos. La esencia del grupo, tras estos años, se mantiene, aunque ha evolucionado y se ha perfeccionado mucho.
Una de las evoluciones que más noto, y que más me gustan, es la calidad de las letras. Resumiendo mucho, Hora Zulu mezclan rap con metal y toquecitos de flamenco (o no tan pequeños xD). A principios de mes sacaron su quinto disco, Siempre soñé saber sobre, nadie negó nunca nada (aliteración desde el principio). Lo conseguí ese mismo día, y me puse a escucharlo. Las letras en el disco anterior habían mejorado bastante en el disco anterior frente a los primeros discos, pero es que en este es increíble. Aitor, voz y letrista, se permite hasta hacer virguerías con las rimas y con las estructuras métricas (no solamente luchar por mantener una rima). No hablemos de diferentes figuras retóricas, esquemas acentuales y esas cosas que solamente interesan a los filólogos.

Tengo una review planificada para The Drink Tim con mis impresiones del disco, en la que me tomo la licencia de explayarme en esto, así que no lo voy a hacer aquí (cuando esté lista copiaré y pegaré link para quien le interese). Sin embargo, con el paso de los días, había un estribillo que a mí me recordaba a otra cosa, y después de caer, con los días no hago más que convencerme y darle más vueltas.
El estribillo de la canción Siempre soñé saber sobre...

Tengo claro que en el sueño se me escapan compañera los suspiros
Por no haber antes soñado
Lo que soy ya se me ha ido y a mi lado solo queda lo que ha sido
Que vivo la vida en pasado
Y ahora al final ha resultado que se fue fue la vida entera en lo soñado
Como en una borrachera
Y tan pronto como empieza ni te enteras, y colorín colorado.
(vomitando en una acera)

… es una versión actualizada de Vivo sin vivir en mí, de Santa Teresa de Jesús

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
(...)
Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.
(...)
Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

15 de marzo de 2012

Que si recortes, que si inútiles

Me acabo de encontrar con esta noticia, que, junto a otras y experiencia personal, me acaba de hacer explotar.

La sanidad catalana deberá pagar 300.000 euros a una mujer que acudió 150 veces a urgencias (link)

La noticia, en resumen, dice que a una mujer se le hizo en 1984 (casi 30 años) una ligadura de trompas, y desde aquella ha estado quejándose, con dolores y tal. Durante este tiempo acudió 150 veces a urgencias, y tras, entre otros, un diagnóstico de “hipocondríaca con cancerofobia”, fue a una clínica privada, donde le descubrieron un pólipo y más cosas que realmente le causaban dolores. Y ahora un juez acaba de decir que tienen que pagarle un pastizal por no saber usar el servicio sanitario.
Hace un tiempo leí una noticia de una niña pequeña que había muerto en un hospital de Coruña por un mal tratamiento, tras diferentes ingresos y rutas por urgencias, por una neumonía (o pulmonía, algo así).
Veamos.

Las urgencias son, tal y como su nombre indica, para urgencias. Un ataque al corazón, una apendicitis, un ataque de asma, un accidente de tráfico, un hueso roto, etc. Cosas graves, urgentes, que no pueden esperar a ser tratadas. Unos dolores continuados durante más de 20 años no son motivo de urgencia, una niña que empieza con un catarro no es para ir a urgencias. Y más en el caso de un niño, que necesita un especialista propio (llamados pediatras).
Mi padre trabaja en urgencias. No es médico, pero tiene que hacer turnos de noche, está con los médicos y hablan entre ellos. Cuando le pregunto qué tal las guardias, me suele contestar “mucha gente, ni un solo enfermo”. Actualmente, y desde hace unos años, pasan el día y la noche trabajando atendiendo a tonterías que no son de urgencia. A lo mejor durante la noche viene una embarazada pariendo, o un señor mayor con una insuficiencia respiratoria. Pero si atienden a unas 70 personas en 17 horas (es un servicio rural, no está en una ciudad, en las ciudades hay más gente), a veces, con suerte, 4 fueron enfermos.
Las gripes, los esguinces, la tos, los catarros, las gastroenteritis, etc., pueden esperar. No son urgencias. Para esas cosas existe un servicio, llamada Atención Primaria, en la que un médico, siempre uno y siempre el mismo para cada persona, te atiende. Un médico que te hace un seguimiento, que tiene un historial en el que va apuntando todo lo que te va pasando para poder mejorar los diagnósticos. Yendo a urgencias solamente consiguen aliviarse ese problemón puntual que tienes. Ahora creo que están empezando a pasar los datos a un historial general, pero salvo que luego vayas al médico de cabecera y se lo digas, a él no le consta que te ha pasado eso.
Por eso, si esta señora durante 30 años tuvo dolores, pudo ir la primera vez a urgencias. Pudo ir la segunda. Incluso, si tiende realmente a la hipocondría, la tercera. Y luego, aunque no le duela en ese momento, debería haberse pasado por el médico de cabecera, y comentarle “oye, que me han hecho un ligamiento de trompas, y hace X tiempo que me duele, en urgencias me dicen que no es nada, pero a mí me duele”. Entonces, aunque el médico de cabecera tiene un tiempo limitado por paciente, puede hacer las exploraciones necesarias, dar un tratamiento, o derivar a un especialista, y luego hacer un seguimiento. Si tras X tiempo los dolores siguen, como sabe que ese paciente tiene ese problema desde hace tiempo, se plantearía más cosas que es solamente para llamar la atención.
Si la niña que murió en Coruña (y siendo una niña y estando muerta es duro decirlo) en vez de ir a urgencias a las 10 de la noche espera a las 8 de la mañana y va al pediatra, éste le hubiera suministrado el tratamiento adecuado (no el incorrecto como hicieron en urgencias), o la hubiese derivado a un sitio donde sí pudieran tratarla bien. Lo que no pueden hacer los padres es esperar a que la niña esté jodida y luego andar llevándola de punto de urgencias a punto de urgencias, donde la verán médicos sin especialidad en niños y actuarán instintivamente, no científicamente. Porque si además alguno de ellos le dice a los padres que no es su competencia, que la lleven a un pediatra, aún posiblemente tengan la cara de plantarle una reclamación o una denuncia. ¿Resultado? Niña muerta.

Porque además, hay tantísima gente acudiendo a urgencias, ya no solamente sin ser urgencias, si no sin estar enfermos (crisis de ansiedad, cortecitos, picaduras de mosquito, narices que sangran un poco, y he visto movilizar una ambulancia por una conjuntivitis) que los médicos están empezando a pasar de los que vienen con cuentitis. O es urgente, o como personas, cansadas de que se abuse de ellas, hacen un control rutinario, sin darle importancia porque el paciente normalmente va exagerando, y los despachan rápido, porque a la cola tienen a otros 10 con más cuentitis.
Quien está para esas cosas no urgentes, que aunque duelan y molesten pueden esperar (repito: gripes, tos, gastroenteritis, dolores varios, etc.) está el médico de cabecera. Tiene más tiempo para atender, tiene un historial, y está para eso. Los de urgencias no. Los de urgencias no están para darte un antigripal, los de urgencias están para sacarte de una parada cardíaca.

Pongamos, por ejemplo, mi alergia primaveral. Yo tengo alergia tipo primaveral (me pican los ojos, tengo mocos, estornudo mucho) durante todo el año. Cuando me da más fuerte tomo medicamentos para ayudarme a pasarla, pero se puede dar el caso de que un mes venga más fuerte que de costumbre, y las pastillas que normalmente tengo no me hagan nada. Es muy fácil ir a un punto de urgencias, hacer cola durante un tiempo, y contarle a un médico de urgencias (sin ser mis ojos llorosos y mocos una urgencia) que mis pastillas no me hacen nada. Entonces, me preguntará qué tomo y me dará algo más fuerte. Si esas pastillas que me dio no me hacen nada, puedo volver a urgencias. Me atenderá otro médico, le contaré que las otras pastillas no me hacen nada, y me va a dar otras. Que a lo mejor son las primeras que tomaba que no me hacían efecto.
Si me aguanto durante unas 12 horas más (que somos humanos y los malestares son parte de la vida, por una alergia, por una gripe o por algo así no nos vamos a morir, podemos aguantarlos durante un tiempo más) voy al médico de cabecera, que fue quien me diagnosticó la alergia en noviembre de hace 7 años y sabe más o menos cómo funciona la mía. Las pastillas que me dio no funcionan, me dará otras más fuertes. Y si no funcionan, sabrá que fui, que no funcionaron, y no me dará las mismas de antes porque sabe que no le estoy mintiendo, que realmente las primeras no me hacen nada. Y como en poco tiempo las medicaciones no me han funcionado, a lo mejor se plantea un tratamiento un poco más gordo, al que le hará seguimiento.

Aún vi el otro día en Cuatro un Callejeros sobre urgencias colapsadas. Estos días estoy viendo en Twitter noticias de las urgencias de Coruña con pacientes en camillas en los pasillos (no tengo tele para comprobarlas). Es cierto que falta personal, pero siempre ha faltado. En las urgencias donde trabaja mi padre se queda, toda la noche, para un cupo de 10.000 personas, un enfermero y un médico. Es insuficiente a todas luces (¿y si tienen que hacer un desplazamiento y viene otro enfermo?), y hay toda carencia de refuerzos en fechas clave (fiestas, fines de semana, verano y demás vacaciones). Pero lo que en ningún sitio se ha comentado es el abuso del servicio por parte de los pacientes. Sí, están colapsadas. Hay un montón de gente, no hay médicos o enfermeros suficientes para atender a toda esa gente, y tampoco hay sitio donde atenderlos. Lo que no dicen es que a lo mejor el 70% (y creo que más, pero por no escandalizar demasiado) no deberían estar ahí. Que ese 70% de pacientes hacinados no necesitan un servicio de urgencias y que pueden esperar y hacer cola para un médico de cabecera. Entonces, el problema se trasladaría a la atención primaria, pero allí no hay gente a la que le está dando un infarto que tiene que esperar a que te pongan una tirita o te den un antigripal.

La gente no sabe usar el servicio sanitario. Y a base de esta clase de abusos, de desconocimiento, y en casos, de egoísmo, se está estropeando el sistema.
Es muy fácil criticar que hay poco personal, que no hay espacio o que no hay material. Es más difícil decirle a la gente que están actuando mal y en masa, y así es normal que haya estos problemas. Es muy fácil decir que los médicos son unos inútiles, que cómo después de más de 20 años esa mujer seguía con dolores. Es más difícil decirle a la señora que durante todo este tiempo actuó mal y acudió a quien no tenía que acudir, y que si tuvo dolores, no tienen que indemnizarle nada, porque actuó mal.

14 de marzo de 2012

Histeria femenina

La histeria femenina se consideró durante mucho tiempo una enfermedad propia de las mujeres. No había unos síntomas claros, era simplemente cosas raras que hacían las mujeres mayores de la adolescencia. Comportamientos extraños, sofocos, efectos físicos de las pasiones que sentían... Esta “enfermedad” está muy documentada en textos medievales, renacentistas, y hasta el siglo XIX, cuando la Medicina debió decidir que no era para tanto, y que eran simples comportamientos histéricos de algunas mujeres. Sin embargo, en la literatura está aún presente durante el siglo XIX, y creo que casi todos los libros que he leído de ese siglo se nombra, o se padece. En Doña Perfecta, por ejemplo, Rosarito se pone enferma porque no le dejan ver a Pepe, tan enferma que la acaban mandando a un manicomio, porque su tristeza, o incluso depresión, se consideraba locura femenina. En La Barraca (por decir los dos que he leído últimamente) Roseta también sufre cuando no le dejan ver al chico que la ronda, y pasa días y días en cama, con fiebres.

Ahora no estará considerada una enfermedad propiamente dicha, pero creo que no podemos negar que las mujeres somos más complicadas y más retorcidas que los hombres. Yo soy mujer y lo sé, y lo noto, y lo veo. Y hasta ahora, la mayor parte de las mujeres que conozco son más retorcidas, le dan más vueltas a las cosas (lo que lleva la mayor parte de las veces a malentendidos o cabreos sin sentido), y a veces actúan raro, derivado de todo esto.
A mí me ha pasado. Le doy vueltas a las cosas, entro en una espiral de pensamientos negativos, de venganzas innecesarias, y lo acaba pagando otra gente.
Así que, aunque no sea una enfermedad diagnosticada por un médico, que ya esté desterrada de los manuales de Medicina (o con lo que estudien, que realmente no lo sé), es real. Y la sufrimos.

Todo esto viene por una de mis compañeras de piso. Está en pleno ataque de histeria femenina, y la doy por perdida hasta que vuelva a encontrar el camino de las personas cuerdas, se acabe el curso o se tire por la ventana (no tendría mucho efecto, vivimos en un 1º bajito).
Primero, la manipulación a mi otra compañera de piso, todavía no sé por qué, que llevó al silencio absoluto a la casa durante dos semanas y a estar la cocina vacía de platos, ollas y demás. Ahora la otra chica me habla, cortada, pero me habla cuando tiene que hacerlo.
Luego, le dio por cambiar de novio. Encontró hace unos años a la mejor persona que podía haber que la aguantase (paciente, cabal, estudiante de matrícula de fisioterapia y sacando medicina por libre, además de guapo, con una familia normal y majo), y lo cambió por otro tío medio que tiene pinta de trabajar en un andamio y comer bocata de chorizo mientras le grita a las chavalas. Además, lo vi ayer por primera vez, está escuchimizado y tiene cara de lelo. Y ella, si va para abogada como mínimo, fiscal como le sugieren los profesores (o eso dice ella, que también miente más que habla según lo que voy viendo)... no sé yo si estará a gusto con alguien que no entienda la mitad de lo que le dice. O bueno, quién sabe, el otro chico vive en Pontevedra y a lo mejor no sabe que anda por ahí con otro.
Parecía que este cambio la había asentado un poco. Que su histeria venía por falta de hombre, pero ya dejé de entender nada. Todavía no me habla, aunque un par de veces tuvo que hacerlo (pagarme internet, preguntarme otra cosa que no me acuerdo, y cuando entra en la cocina y estoy yo, me saluda), y vuelve a hablar sola cuando estoy delante (imagino que solamente por eso se le podría atribuir la histeria femenina). Pero me ha vuelto a romper los esquemas.
Hace semanas que decidí que ellas podían arreglar los problemas que tenían conmigo, pero que yo no iba a perdonarlas. La putada que me hicieron de tratarme como una mierda y como si no contara, sin tratarme como a una persona, no la pienso perdonar. Yo vivo en mi tranquilidad con mi cobaya, mi novio y mis amigos, y mi habitación. No necesito mucho más, y me siento más tranquila y mejor desde que dejaron de hacerme caso.
Entonces, aunque ellas me hablen o se vuelvan a comportar con normalidad mientras estoy delante, yo no les doy ninguna clase de confianza para que vuelva a ser todo normal. En resumen, soy autosuficiente, las ignoro, no toco sus cosas... vivo en un “universo aparte”. Pero aún así, había cosas de la convivencia que no había cambiado: si voy a fregar mis platos y hay alguno suyo, o un vaso, o lo que sea, lo lavo también. Lavar los platos es realmente, de la casa, lo único que me gusta hacer y que no me cuesta trabajo. Lo peor es mojarme las manos, y una vez mojada, me da igual fregar un plato o diez. Así lo habíamos hecho durante todo el curso, salvo que algo estuviese excesivamente sucio (una sartén quemada, algo pegado que queda a ablandar, etc.). Y aunque no me hablasen, cuando volvió a haber platos y ollas, yo lavé lo suyo sin ningún problema; también recojo los que hay secando y todo eso. Simplemente, no me importa hacerlo.
Y ellas, hasta ahora, si veían un plato mío o algo así, también lo fregaban. Algo igualitario.
Pero ayer hice para comer una chuleta que había sobrado del día anterior con arroz en blanco. Cocí el arroz en una ollita muy mona que compré para mí cuando dejaron caer que no querían que usase sus cosas (no lo cumplimos al 100% porque los cuchillos, los vasos y los trapos son míos, al igual que los tenedores y cucharas son suyos). Ensucié un plato, en el que comí, tenedor, cuchillo, la ollita y el tupper donde estaba guardada la chuleta.
Mientras yo acababa de hacerme la comida, ella llegó con el tío lelo y se pusieron a cocinar. Yo me fui a comer a mi habitación como de costumbre, ellos quedaron comiendo en la cocina. Cocinaron, comieron, fregaron los platos y se fueron. Cuando un rato después salí yo, me encontré mi ollita y el tupper religiosamente apartados dentro del fregadero, sin haberlos tocado.

Histeria femenina, coño. No me explico eso. ¿No se supone que ya se comporta normal conmigo? ¿Es que le molesta que friegue lo que usa en el desayuno mientras cocino, y es su manera de decirme que cada uno toca solamente lo suyo?
Pues no, guapa. Yo voy a seguir haciendo lo que hasta ahora estuve haciendo. A ver si algún día te das cuenta de lo estúpida y egoísta que eres, y a lo mejor, algún día lejano, te das cuenta de que te estás convirtiendo, más que en una loca, en una hija de puta. Egoísta, sobre todo, queriendo que el mundo de mueva a tu compás, y cuando a ti te apetezca. Mentirosa, manipuladora y, sobre todo, PESADA.
Voy a seguir fregando lo que me encuentre, voy a seguir recogiendo lo que está en el escurridor, y a lo mejor te das cuenta de que te estás comportando como una cría irracional y una egoísta, cuando eres la única que se está comiendo la cabeza con fantasmas y cosas raras, y que el resto nos comportamos normal. Ni ganas que tengo de hacerlo, pero para hijas de puta estoy yo. Y quiero que te sientas miserable.

Espero que el tío lelo te deje pronto. Que te haga sufrir un rato, que necesitas una cura de humildad rapidito, y no hay mejor manera que a base de hostias.

13 de marzo de 2012

Profesional de la literatura

El otro día me di cuenta de que me quedan (en principio) 4 meses para licenciarme. A estas alturas de carrera en las carreras normales ya se está con las prácticas. Un amigo lleva dos meses (creo) de prácticas de Sociología. Mi hermano en 2º de Magisterio ha tenido prácticas, y sé que los médicos (por decir una profesión con responsabilidad) llevan ya tiempo tratando con pacientes.
Si mi carrera fuese un poco más pragmática, a estas alturas yo estaría trabajando. De lingüista, de filóloga, de crítica literaria o de algo para lo que me hubiesen preparado. En realidad lo estoy haciendo, estoy preparando mis dos primeras conferencias, una sobre un género literario (haiku, no hemos dado ni una palabra sobre él en clase), y otra sobre un aspecto cultural. Además, estoy preparándole el temario a David para preparar las pruebas de acceso a ciclo superior, dar clase, es decir.
El otro día hablábamos de un chico licenciado en Filosofía que él decía que era filósofo, no licenciado en filosofía. Que ya somos profesionales de lo que hemos estudiado y en lo que hemos invertido horas y perdido neuronas.
A lo que me lleva a pensar, que ya soy profesional de la literatura. No como escritora, que eso está muy lejos, si no como crítica o estudiosa (que en realidad significa lo mismo aunque fuera de la Facultad no).
Es decir, y aquí viene la reflexión que me lleva a escribir todo esto: tengo potestad para decir que el libro X es una mierda o es muy bueno. Me han enseñado a diferenciar (a golpe de aburrimiento) que “bueno” no es lo mismo a “me gusta”, me han enseñado a ver más allá. Y si yo opino que el libro que tanto os gusta es una mierda, que hace agua por todos lados (más allá del argumento, el argumento a veces es lo de menos), tenéis que creerme. Podéis compartir la opinión o no, pero tendréis que recordar que tengo bases sólidas y que ya soy una autoridad en literatura. Que sé de literatura, que me he tragado las Soledades de Góngora y Madera de Boj de Camilo José Cela, que he leído mucho, que he estudiado mucho y probablemente tenga más razón que vosotros para decir que un libro es bueno o malo.

Además, al ser alumna de Literatura Comparada y otros estudios literarios similares, además de la inquietud personal, mis investigaciones por mi cuenta y experiencias; además de ser redactora para una página sobre metal (pronto aparecerá mi primera crítica de un disco, espero), también tengo potestad para decir que X grupo es bueno o malo, o que tal película o serie es buena o mala. Y tendréis que creerme siempre que diga el por qué. Podéis compartirlo o no, pero tendréis que creerme.

Esto me da una sensación de poder increíble. Que pueda decirles a todos los bobos chorreantes que el narrador de Juego de Tronos es un absoluto despropósito y no puedan cuestionarme es la leche. Al igual que puedo decir que Mago de Oz como grupo (no ya como personas) dan vergüenza, y se me puede replicar, pero sabiendo que los voy a callar en 30 segundos, con más razón que ellos. Como puedo decir que Terra Nova estaba muy bien, pero que el guión era para darle de comer a las gallinas, o que Dollhouse es una obra maestra maltratada, y que tenéis que verla para crecer como personas.
Os lo digo, y me debéis el respeto que le debéis a un médico cuando dice que no tenéis la muñeca fracturada, solamente esquinzada, y que con una venda y reposo se curará.

Aunque en realidad esto es un poco chorrada. Los estudios literarios no se consideran ciencia (los propiamente literarios alejados de la comparación de textos físicos, algo empírico), aunque sí tienen unas bases muy asentadas y con mucha tradición (Platón y Aristóteles ya las tenían, por ejemplo). Pero vivimos en un mundo donde las letras igualan, en el imaginario colectivo, a la nada y el vacío; y aunque haya algunos sí considerados ciencia por alguien más que sus propios integrantes, como es la Gramática y la Lingüística en general, la sociedad los rechaza y les quita autoridad. Véase la armada estos días con el lenguaje sexista-no sexista y demás chorradas.
Como si saber hablar un idioma (o leer, en el caso de los párrafos anteriores) les diera la capacidad y los conocimientos sobre ésta para poder opinar, o incluso legislar sobre ella. No sé si hablar un día de esto. De literatura seguiré hablando, por supuesto.
Rafael sabía que además conservaba un marcado carácter republicano que había sobrevivido a la derrota de Ruthelo. Ahora pocos hablaban de ello, aunque demasiados músicos de la Charis habían luchado y perdido sus vidas en defensa de Ruthelo durante la Anarquía, incluyendo algunos cuyos nombres bien podían haber brillado con el mismo fulgor que el de Tiziano, si hubieran seguido con vida.
Pero habían muerto, junto a centenares de miles de personas en toda Thetia, y su música quedó sin ser escrita, sus voces quedaron condenadas al silencio. Cualquier cosa que pudieran haber hecho murió con ellos. Ese fue el precio de la guerra civil.

Vespera, Anselm Audley

Thetia vuelve a acompañarme antes de dormir. Me ha costado meterme en la historia, pero Audley lo ha conseguido, como desde hace tiempo, y como tantas veces.

11 de marzo de 2012

La experiencia en el Joana’s Market

Hace un par de semanas me enteré de pasada por un blog de la próxima celebración de un mercadillo de artesanías y segunda mano en un bar de Coruña. Luego me enteré de que los dueños de ese blog son los organizadores, así que tampoco fue tan de pasada xD
Dentro de un bar donde ponen música (me tenía pinta de jazz, blues y algo de soul, pero luego resultó que ponían de todo –desde cumbia a música pop árabe, todo es TODO), el segundo sábado de cada mes organizan este mercadillo. Artesanos, gente con cosas de segunda mano (sobre todo ropa), algo de comida, música de fondo y en directo hacia el final del día, y servicio de bar normal, todo junto. Pensamos que era buena idea ir, que no perderíamos nada, y nos apuntamos.
Sería un maratón de horas allí dentro, pero pensamos que conoceríamos gente, y era una manera diferente de pasar un sábado. Además de la última oportunidad de ir a algún sitio antes de centrarnos completamente en el ExpOtaku.
Había que llegar a las 11 de la mañana para montar, y tener todo listo para abrir oficialmente a las 12. Como nosotras no tenemos mucho montaje más que la propia mesa, nos permitimos ser un poco flexibles con el horario y llegamos a las 11 y media. Montamos en menos de un cuarto de hora, y aún así no fuimos las últimas en llegar, aunque por poquito.
De allí hasta que dieron las 9 de la noche y empezamos a recoger no pasaron muchas cosas. Esperar, mirar, saludar a la gente, hablar entre nosotras, y volver a esperar. Teníamos por lo menos un sofá cómodo para estar sentadas, pero en serio, lo más entretenido que pasó en todo el día, para mí fue ir a coger comida e intentar no pringarse con la mayonesa del bocata luego, y para Iris ir en busca del baño, que estaba escondido y tenía un cartel confuso.
Realmente, no vendimos nada. Yo vendó una zanahoria y nada más. Iris por lo menos un par de pares de pendientes y un anillo. Eso en 10 horas de gente desfilando por delante. Pero el no vender es lo de menos. Es la sensación general del día lo que me lleva a pensar que fue un fracaso, que me lleva a estar desanimada y a darme cuenta de todo el dinero, tiempo e ilusión que vierto en esto. Y no me siento nada gratificada. Sé que no siempre va a ser así, pero eso no deja de fastidiarme.
Lo que más me molestaba, estando allí, era que nuestra mesa estaba al lado de la puerta, de lado. Como estábamos tan cerca y de lado, la mitad de la mesa más cercana a la puerta la cogió Iris, y la mitad más alejada yo. Principalmente porque el amigurumi es más gordo que el fimo, y si lo poníamos al revés yo taparía completamente lo suyo. Continuando con nuestra mesa estaba la de otra chica, ilustradora, con broches, horquillas y allí (muy maja, una de las pocas impresiones positivas del día). Pues la gente, por lo general, lo hacía, era entrar por la puerta, mirar el fimo de Iris, pasar los ojos por él, seguir el recorrido hacia el amigurumi, mirar los primeros que tenía expuestos, y luego saltar directamente a la mesa de la otra chica. Ni se molestaban en mirar. Así, todo el día. Solamente los niños pequeños se pararon a mirarlos, dos personas tocaron alguno de los llaveros que tenía, y una chica de nuestra edad señaló al gato grande que llevé y dijo “mira, qué mono”. El resto, indiferencia total.
Lo que más me dolió, fueron las señoras que miraron a los peluches y dijeron “mira, ganchillo, ¡eso lo puedes hacer tú!” y se rieron. Sé que no se reían de ellos, ni de todas las horas que paso haciéndolos, sé que se reían de la tontería de “ay, qué ocurrencia, como ganchillo, también puedo hacerlos”. A ver, señora de mierda. Me da igual, voy a llamarla señora de mierda. Tras ese osito de un solo color, de apenas 10cm de alto y con una cara bordada simple, hay cientos de horas de esfuerzo. Si tan fácil parece, señora de mierda, empiece por rastrear youtube buscando un vídeo que le enseñe a hacer el anillo mágico, luego pase horas practicándolo. Luego, investigue qué aguja se le da mejor, qué lana se ajusta a esa aguja, al precio que puede gastar, a los materiales que se adaptan mejor a un peluche, y luego que haya variedad de colores. Rastree blogs, páginas web, libros, links, tiendas en etsy, perfiles en deviantart, en busca de un patrón que le guste. Aprenda a leer el patrón. Rastree aún más profundamente blogs, google, etsy, ebay y todo sitio imaginable para encontrar unos ojos que no vayan a precio de oro. Busque una tienda o lugar donde le vendan el relleno. Aunque para eso, primero tendría que saber de qué van rellenos. Abra un blog, una página de Facebook, una tienda online (a veces más de una), un correo propio para la tienda. Pase las 3-4 horas necesarias para tejer el propio peluche (si es que a estas alturas “amigurumi” sigue siendo una palabra muy complicada). Luego, suscríbase a decenas de blogs y páginas de la zona de Coruña, artesanos, tiendas y demás gente y busque un mercadillo al que asistir. Consiga mantel, caballetes, un tablero para la mesa, tarjetas de visita, tarjetas de precios, bolsas, etc. Y en el momento que esté sentada en el mismo sitio donde estoy yo sentada, entonces A LO MEJOR permito que se ría delante de mi trabajo.
VIEJAS DE MIERDA, COÑO.
Horas, horas y horas semanales empleadas en el amigurumi. Haciéndolo propiamente, como actualizando Facebook, el blog, manteniendo contacto con más gente; como caminando de ida y vuelta a comprar lana o materiales; como buscando patrones o adaptándolos. Y luego, el rastreo de mercadillos, exposiciones, salones del manga, y las decepciones de ver sitios a los que ir y no poder moverse, por lo que sea. Y cuando por fin encuentro un sitio al que puedo ir, me reciben así. Para eso me quedaba en mi casa y ponían en mi hueco otra tía con ropa suya de segunda mano, que seguro que les gustaba más.
Tengo en cuenta la clase de público que se acercó hasta allí. Según las estadísticas de Facebook y de mi experiencia, el amigurumi gusta a la gente de entre 15-30 años, es raro que gente mayor se fije, aunque hay casos. Lo que más vimos durante todo el día, sacando los amigos perroflautas de los artesanos perroflautas que se apuntaron también, fueron señoronas. Y lo de señoronas solamente se puede entender si has estado en Coruña y las has visto. Señorona, dentro de Coruña, significa una señora de entre 50-80 años, repintada como una Barbie de los 90 (labios rosas, ojos azules), pelo con permanente de peluquería, normalmente teñida de castaño claro, uñas grandes y pintadas, vestidas de marca, con collares gordos de oro, pendientes del tamaño de almejas de oro, gafas de sol si hace algo de sol (o no), y grandes abrigos de pieles. Que a lo mejor viven con una pensión de 600€ al mes, o viven de sus hijos, pero el aparentar no se lo quita nadie. Qué se puede esperar de ellas, de todas maneras.

De bueno, el día solamente tuvo el estar hablando con la chica de la tienda de al lado, muy maja, y el conocer a la chica de V de Vegetal. Iris se apuntó a un curso suyo de cocina natural y tal, y ya me contará qué tal, pero la chica muy maja. Nada más empezar el día, así como tuvo un hueco (es lo que tiene estar sirviendo comida, te acapara la gente), se nos acercó y nos dijo “os gusta el rock, verdad?”, y ya nos pusimos a hablar. Que está en un grupo de rock, que si nosotras somos redactoras… e intercambiamos direcciones y tal. Luego nos dejaron probar algo de su tarta de algarroba, algo muy curioso xD
Y poco más nos ofreció el día. Los organizadores, gente ganchilladora de Coruña, ni se acercaron a saludar ni nada, se dedicaron a estar en su mesa, y solamente pasaron para cobrar la participación. El resto de artesanos, salvo las dos chicas con las que compartíamos los inmediatos 3 metros cuadrados, ni hola.

Me voy decepcionada de allí. No sabía si iba a vender, ni siquiera si quería vender (reponer para el Expotaku, además de desprenderme de algunos muñecos a los que les tengo cariño), pero lo que quería era pasar un día entretenido y hablar con la gente. Necesitaba un golpe de ánimo y de autoestima, algo que me ayudase a afrontar los 3 restantes meses hacia el Expotaku con todo lo que hay que trabajar con una sonrisa y con más ganas aún. No lo he conseguido. Como mucho, me llevo las nulas ganas de volver a un sitio así, y empezar a dedicarme, aunque salga más caro, a ir de salón del manga en salón del manga. Seguir con la venta por internet aunque cueste más y sea más lenta, y salones del manga o cosas así.
10 horas que no se pasaron como una eternidad, pero que tampoco fueron rápido. Un sábado completamente perdido, que me dejó físicamente agotada, por lo que el domingo también lo perdí. Como error de novata, no me llevé el ganchillo ni nada, así que ni siquiera tengo cuadrados nuevos para la manta ni nada así.

Ahora, otros 15 días de actividad “normal”, acabar el pedido para la tienda de Barcelona, y nos ponemos en serio con el ExpOtaku :D

7 de marzo de 2012

Pánico

No es la primera vez que hablo del Pánico en este blog, o en otro. Uno de los locales de referencia, por calidad y por antigüedad, dentro del metal en Coruña.
No sé muy bien cómo seguir esto, porque el Pánico acaban de anunciar que, tras 10 años de noches de fin de semana, cierran.

Me da una pena criminal, tanto que no sé qué decir. Me da mucha pena que este local cierre, que nos vayamos quedando sin sitios poco a poco, y que los que lo llevan hayan tenido que llegar al extremo de cerrarlo.
El Pánico es un sitio mítico para salir por Coruña. No sé dentro de la historia de la ciudad, pero desde que llegué a Coruña, ha estado metido en mis noches de salir y desde el primer día supe que me gustaba estar allí. Me encanta la música que ponen, el ambiente que hay, la posibilidad de sentarse o de estar de pie, y las pipas en vasitos de plástico.
Las primeras veces que salí por Coruña fuimos para allí, en mi primera borrachera me llevaron allí, y me daba dolor andar por Coruña de noche e ir para el Orzán sin hacer una parada allí. Lo he pasado bien dentro (también mal, cuando, recién llegada a Coruña, David dijo “no tengo novia ni voy a tenerla”, que me acuerdo ¬¬), he conocido a gente, he pasado muy buenos ratos, y he escuchado música muy buena, que era imposible que pusieran en otro sitio (industrial, pesado, a veces acercándose al EMB; Rammstein o Marilyn Manson suenan cada noche, nadie se extrañaría si un día sonasen Combichrist).

Aún este fin de semana pasado fuimos a una pequeña “fiesta” steampunk celebrando la salida al mercado de un manual de rol ambientado en un mundo steampunk. El pincha, el grandísimo Jordi, se curró una lista que hasta la salida del disco de Hora Zulu le puso la banda sonora a mi habitación desde youtube (porque por encima se molestaba en subir esas cosas, a pinchar en directo por Facebook a base de vídeos :_).

Son 10 años de local que se acabarán el 31 de marzo. Donde todos saldremos a despedirlo. Tanto si organizan fiesta como si no, tenemos que estar allí para despedirlo. Porque yo llevo 4 años en Coruña, y son cuatro años que, aunque a cuentagotas por mis pocas ganas de salir la mayor parte de los fines de semana, son cuatro años que han estado ahí. Que sabía que entrar era encontrarme con música que me gusta, con gente agradable, con la que da gusto estar, y con un buen local, cojones.
No llegué a conocer el Bathory, local que todavía es una leyenda. Pero sí llegué a conocer el Pánico. Y está dentro de la gente como lo estaba el Bathory, que aún hoy se conoce a la gente como “el del Bathory”, y se cuentan batallitas de aquellas noches, de la gente, de lo que hacían, de las que liaban. El Pánico pasa a ser también una leyenda, lo que duele es que no podamos hablar de él en presente.

Dicen desde la escueta nota publicada en Facebook que esto no se acaba y que vendrán nuevos proyectos. De verdad espero que sí. En realidad, sé que va a ser así, porque de lo poco que conozco a la gente que lo llevan sé que son incapaces de estarse quietos y saldrán con otra cosa. Otro local, otra clase de idea, pero sé que buscarán algo. Solo espero que esos nuevos proyectos duren tanto y tan bien como duró el Pánico.
Nuestro apoyo lo tienen.

6 de marzo de 2012

La Gran Diva… ¡Tarja Turunen!

Hace unos meses recibí con mucha, mucha sorpresa, como vine a escribir al blog, la noticia de que Tarja, ex cantante de Nightwish, la aclamada casi unánimente la mejor voz del metal actual (y pasado), vendría a dar un concierto a Santiago.
No hubo imprevistos, y como se dijo desde el principio, el 16 de febrero, jueves, Tarja salió al escenario de la Capitol. Y allí pude estar.

Tuve la gran suerte de que la promotora que la trajo la llevan unos chicos muy majos, con los que nos entendimos en The Drink Tim desde el primer concierto (gracias a Iris, tengo que admitirlo), y no tuvimos ningún problema para poder pedir pases al concierto. Además de que la entrada no estaba barata y, yendo con David, tendíamos que pagar dos (y no una a medias, como solemos hacer), siendo Tarja y siendo la Capitol, yo quería pase de fotografía.
Y por primera vez en el año que llevo trabajando con ellos, lo conseguí.

Llegamos muy justos a Santiago. Perdimos el tren por dos minutos, y el siguiente llegaba a Santiago cuando estarían abriendo las puertas de la sala. Fuimos directos al hostal, que no estaba lejos, y llegamos a la sala cuando los primeros teloneros llevaban dos canciones.
Entramos, nos colamos hasta nuestro hueco habitual, y los vimos actuar. No es mi clase de música, pero no lo hicieron mal. Un poco sosos, pero por el resto bien. Los segundos casi lo mismo, aunque incluso mejor de lo que esperaba porque los había visto en Youtube y me había empezado a doler la cabeza xD
Tocaron apenas 6 canciones cada uno, fue una media hora de reloj cada grupo, y se retiraron.

Había solamente un fotógrafo dentro de la zona de prensa, y a esas alturas, con la sala llena, yo ya tenía que pasar para dentro, ya no podía intentar colarme entre la gente. Pero no daba visto al chico de la promotora (el pobre hombre no paró un momento), y le quise preguntar a él. Pero un tío que se había colado delante de mí con una réflex y una novia de cara amargada se adelantó. Como había “silencio” en la sala, pude escuchar cómo le preguntaba:
-Oye, ¿cómo sacas fotos aquí dentro? Es que en automático me salen mal.
Supongo que podéis intentar adivinar el resto de la conversación. Desde luego, le fotógrafo fue mucho más amable de lo que debería haber sido. Yo le hubiese dicho que primero probase la cámara en ambientes no hostiles, que aprendiese a usarla bien, y que luego se metiese en un concierto; que no fuese un concierto su primera toma de contacto con la cámara. Pero no. El pobre hombre le dijo que en automático no le servía de nada, que en modo manual le pusiera unos valores de una velocidad 1/80 como mínimo, el diafragma lo más abierto posible (“entonces… ¿cuánto el número más pequeño, más abierto está?”) y una ISO de 800. El señor de la réflex no tenía ni idea de qué le acababa de decir ni para qué servía. Le preguntó hasta si se le borraban los valores al apagar la cámara y tendría que volver a meterlos al encenderla.
También preguntó si un horquillado era el zoom, entre otras cosas.
El pobre fotógrafo aguantándolo, y yo aguantando la risa. Cuando consiguió dejarlo entretenido con su cámara le pregunté si sabía con quién tenía que hablar para entrar, y el pobre me contestó borde sin querer (luego me habló mucho más majo, es comprensible después de lo del otro tío, que además también quería colarse dentro). Me dijo que cuando lo viese, avisaría al chico de la promotora, y cumplió: así como se asomó le preguntó, y él avisó al señor de la puerta para que me dejase pasar. Como siempre, la restricción de las tres primeras canciones, y luego desalojar el frente del escenario.
Nos juntamos unos cinco fotógrafos (no me consigo ver como fotógrafa de verdad xD), y justo cuando escuché que un chico hablando en inglés le decía al de la promotora “en diez minutos estamos listos, a partir de ahí, salimos cuando quieras”, se apagaron las luces y empezó la música en off.
Desfilamos para el frente del escenario, acosando a los setlists para no tener que apuntar esas cosas después, y tras un minuto que se hizo eterno. Max Lilja, que a mí me sonaba pero no sabía de qué, salió con un cello, se sentó en una silla, y empezó a tocar. Salió el resto del grupo, y de ahí, Tarja.
En las 3 canciones, que serían unos 10 minutos, gasté casi 200 fotos. Me jodieron muchísimo las luces, que con los teloneros habían sido muy buenas, pero en Tarja salían quemadas o muy oscuras, o ambas cosas a la vez, y ahí perdí muchas fotos.
Y a las tres canciones, nos retiramos a un lado del foso. A mitad del concierto nos dijeron que teníamos que irnos de ahí porque éramos muchos, y volví a camuflarme entre la gente.

El concierto, bien. Ya dije antes que no es mi estilo de música, aunque estuvo bien. Me estoy malacostumbrando, y si no me resuena el doble pedal en la caja torácica ni creo que se me arranca la garganta a gritos, no es un concierto divertido. Tarja toca cosas relativamente tranquilas, tuvo momentos acústicos, aunque luego levantó a la gente en segundos, como solamente alguien con muchas horas encima de un escenario puede hacer.
Quedé impresionada con el batería, y con todos los músicos en general. El Max Lilja que decía antes tocó en Apocalyptica los primeros años, de eso me sonaba. El chico del bajo una pasada, de presencia y de voz. El guitarrista un crack en posturas y en actitud, sin nombrar los solos. El de los teclados… pobre, se pudo haber lucido un montón con Over the hills and far away (tocan canciones de Nightwish!!) y sonó como si se los hubiesen desenchufao. El batería se marcó un solo de unos 10 minutos digno de un crack, no solamente llevando el ritmo y haciendo un solo increíble, sino que mezclando ritmos y melodías reconocibles, malabares y gestos cómicos (darse con una baqueta en la cabeza mientras le da al bombo, por ejemplo). Y Tarja… Tarja sin palabras. Hace con la voz lo que quiere, llena el escenario pese a ocupar poco más que yo, contacto con el público siempre y genial y… habla español. No lo esperaba, pero se defiende bastante bien con el español, y en todo momento (menos un “kiitos” que se le escapó) habló en español.

Pese a no acabar destrozados, y que eso, no vibraba la batería dentro del cuerpo, el concierto estuvo muy bien.
Y me dejo de rollos y subo las fotos. La mayor parte son las de The Drink Tim, porque entre las que se me quemaron y las que salieron desenfocadas, son las mejores que pude salvar.

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Benighted Soul, los segundos teloneros. Ojalá Tarja hubiese tenido esas luces.

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Una de las fotos que más gustó en la web, y no está sacada desde el foso, es de más adelante en el concierto xD

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El momento acústico.

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El chico del bajo.


Y las que más me gustan, y que no mandé para The Drink Tim:
Max Lilja, en contraluz:

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Y Alex Scholpp, guitarrista, desde más cerca de lo que parece gracias a la óptica de la cámara. Es, de todos los tiempos, una de las fotos que más me gustan que he sacado hasta ahora.

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Al ser un concierto tranquilo, debería haber salido de él sin lesiones. Oh, ilusa de mí. Al día siguiente, no me dolían las cervicales, no me dolía la garganta… me dolían las espinillas. Después de mucho pensar, decidí que me provoqué una tendinitis (mis tendones son de plastilina y soy propensa a ellas, a la mínima las tengo) en ambas espinillas de estar medio agachada durante esos 10-15 minutos en el foso.

Ojalá el próximo concierto fuese el de Simple Plan en Barcelona, pero, ni hay entradas, ni pedí pases, ni puedo ir hasta allá. Para cuando sea un poco más mayor y tenga más dinero para aviones xD
Marzo se presenta un poco pobre en conciertos, y en abril creo que todavía no tengo ninguno (que irán surgiendo); la próxima parada fija está en la Mardigrass, el 12 de mayo, con Gritando en Silencio, un concierto que llevo esperando desde que en 4º de ESO bajamos sin querer una maqueta casera que habían grabado.
Pero seguro que surgen cosas antes; Agonica anunciaron que van a dar más conciertos y la parada en Coruña la tienen pendiente, Vita Imana están a punto de anunciar más fechas, Hora Zulu sacaron disco ayer y tienen que hacer una gira por él (y por ellos iría hasta Ourense, aunque espero tener suerte con Coruña xD), sigo rezando a esa divinidad confusa que me escucha a veces sí y a veces no para que Sôber se acerquen por aquí, además de que pueden surgir más milagros como In Flames o Tarja, aunque suelen ser a un plazo más largo que abril (Arch Enemy en octubre y WASP en noviembre, por ejemplo).
Y también, mientras, tanteamos los festivales de verano. El Brincadeira este año se hace al lado de la casa de David, así que aún sin tener a nadie confirmado sabemos que van a ir (tienen confirmados a Status Quo oficialmente, y extraoficialmente a Medina Azahara y a Skunk DF ¡¡¡¡!!!!!), además de lo que caiga en el Rock in Cambre, y más cosas que irán surgiendo.


Como resumen: espero que os hayan gustado las fotos. A mí no mucho, con el paso del tiempo me van gustando un poco más, aunque no estoy conforme del todo con ellas, sobre todo por la gran cantidad de quemadas o muy oscuras que tengo.
Esperemos que pronto haya más conciertos :__

4 de marzo de 2012

Aventuras en Deviantart... y otros sitios

Sé que tengo cosas pendientes que contar, como mis no-Carnavales y las fotos del concierto de Tarja (aunque podéis verlas aquí) y mi aventura con mi primer pase de fotos, pero hoy me apetece contar cosas muy diferentes.

La que me trajo aquí es la noticia de que en mi perfil de Deviantart he alcanzado las 300 visitas (a las horas de escribir eso, las 310 concretamente). Me creé la cuenta, según la página, hace unos dos años, pero hasta hace un mes no la había usado.
A principios de febrero me dio por pensar cómo expandirme un poco más, coger ideas, dejar la que la gente viese lo que iba haciendo en cuanto a amigurumi… y surgió Deviantart. Recordaba que tenía cuenta pero me la había hecho para descargar una foto, y estaba completamente vacía. Probé con mi nombre de usuario común y mi contraseña más común, y entré a la primera.
Tuneé un poco la cuenta, subí un par de cosas, empecé a moverme entre la gente, comentar, meterme en grupos, y terminé la primera semana con unas 100 visitas a mi perfil, y alguna gente buena conocida. Después me encontré, qué raro, con gente que no soporto, pero en general son bastante majos.
La cosa que más me chocó, es que, acostumbrada a Pinterest, en Deviantart nadie comparte nada. Dan los créditos a los patrones, por ejemplo, pero no te dicen dónde los leyeron. Eso los que dan créditos y no dicen “el patrón es mío y no lo voy a compartir, ni siquiera a vender”. Así que les devuelvo un poco la jugada subiendo a Pinterest las fotos de sus trabajos terminados. Si me gusta tu elefante, llevo tiempo queriendo hacer un elefante, y no me das la opción a ni siquiera comprarte el patrón, no me voy a quedar con las ganas de hacer un elefante. Me guardo la foto en Pinterest (aunque ligada a su perfil en Deviantart) y cuando tenga tiempo intentaré hacer un patrón parecido. Sobre cómo ha conseguido June vivir (y vivir bien) del ganchillo ya hablaré otro día, aunque probablemente en el otro blog.

Por cierto, mi perfil en Deviantart: http://anxocunningham.deviantart.com/
Tengo pocas fotos (no llegan a 30), aunque voy aumentando poco a poco. Tengo muchas fotos que hacer y mejorar, y estoy pasando de subir las fotos o trabajos cutres, así que el trabajo está muy, muy seleccionado. No tanto como lo que tengo subido a Artesanum, pero es una mínima parte de lo que se puede ver en Facebook, por ejemplo.

Y ya que estoy hablando de amigurumi, tengo noticias muy interesantes, que, como aún se están fraguando, no hemos dicho nada oficialmente.
La primera noticia es que el próximo sábado estaremos en un mercadillo de Coruña, con más artesanos y diferentes cosas. No son todos artesanos porque también habrá comida ecológica y la inscripción está abierta para quien quiera vender cosas de segunda mano, pero imagino que sobre todo serán artesanos. Y ahí nos hemos colado. No hemos anunciado nada (aunque en el blog lo hemos dejado caer) porque en las bases de participación dicen que el domingo 4 (mañana, u hoy, depende de cuándo lo leáis) dicen quiénes participan definitivamente, aunque en los mails parece que está todo cerrado y que iremos. Mañana haremos anuncio en Facebook y daremos un poquito más la murga. Oohh, preparaos para esta semana xD

Además, hemos empezado la colaboración con una tienda física :D La colaboración no está cerrada del todo porque nos falta acabar de tejer algunas cosas para enviárselas, pero vamos a hacerla. La tienda se llama Phinnium, y está en Salt (Barcelona), bien, bien lejos. No somos las únicas que estamos colaborando con esa tienda, pero el orgullo, la sensación de trabajo bien hecho, y las ganas se seguir son enormes :)
Empezó todo hará medio mes, más o menos, cuando, por la tienda de Artesanum, la chica que puso en marcha esta tienda se puso en contacto con nosotras porque le había gustado lo que hacíamos. Nos dijo que llevaba abierta la tienda-taller unos meses, y que quería empezar colaboraciones con diferentes artesanos (sigo sin encontrarle sentido a que me traten de artesana xD). Hablamos, llegamos a un acuerdo sobre cómo haríamos las cosas, y estamos pendientes de juntar unos cuantos muñecos aptos para una tienda orientada a niños y madres para mandarlos todos juntos (no le pegan un cthulhu, o un Android, tampoco me gusta que tengan muchas piezas pequeñas). Y luego a ver qué tal sale, esperemos que haya que reponer pronto :)

Además, estamos estableciendo contactos con otra tienda infantil en Madrid (¿y por qué no nos llaman desde Coruña, con lo fácil y cómodo que sería?) que acaba de abrir, porque también les encantan los amigurumis. Con ellos nos está costando más llegar a un acuerdo. Tenemos confianza con esa gente, la conocemos de más cosas que de la tienda y los amigurumis, y lo único que pedimos a cambio de los muñecos hechos es la lana. En la tienda también van a trabajar con lanas, y lo único que les pedimos es que nos manden un cargamento de lanas, nosotras la convertimos en muñecos y se los enviamos. Pues arre que no quedan tranquilos pagándonos solamente en lana. No entienden que el concepto “lana gratis” vale más que el dinero xD

Y bueno, por el resto… me estoy haciendo una manta. La manta más friki que se me ocurrió en el momento de empezarla, y como no podía esperar, tuve que elegir el diseño en función a los colores que tenía EN ESE MOMENTO. No pude esperar al día siguiente y pasar por la tienda de lanas.
Me estoy haciendo una manta a base de cuadrados en plan abuela… de una seta de Mario, pixelada. La idea la cogí de esta clase de mantas, y el estilo será parecido:

Photobucket
Foto y trabajo de Zwartepaard en Deviantart


Llevo algo avanzado, aunque ni de lejos estoy cerca de acabar, ni de llegar a la mitad. Conté, y solamente de color rojo me va a llevar 56 cuadrados; en total no tengo ni 30 cuando calculo que necesitaré casi 300 xD. Hay días que hago más (como el fin de semana que bajé a casa, que fue a los dos días de haber decidido hacerla, e hice como unos 20 en dos días), y días que menos, aunque me estoy obligando a por lo menos hacer dos cuadrados al día. Aunque no tenga tiempo o ganas, por lo menos no dejarla parada.
No me pude aguantar, y el otro día saqué una foto de lo que tengo hecho (ahora tengo unos pocos más):

Photobucket


Cada vez queda menos para el Expotaku. Me gustaría llevar la manta hecha (no para venderla, después de todo ese trabajo, además del forro que le quiero poner, me la quedo yo; si tal luego me planteo hacer otras para vender), pero en los menos de 3 meses que quedan no me va a dar tiempo.
El texto de la charla que vamos a dar conjuntamente está prácticamente listo, ahora nos queda hacer el powerpoint con todas las fotos, y también tengo que ponerme con lo del haiku. Esta semana pasada tuve la mente ocupada por el trabajo más chorra que nos mandaron hasta ahora, pero a ver si ahora me despejo un poco y empiezo a pedir libros para la biblioteca y me pongo en serio :)
Y es eso, solamente 3 meses para el Expotaku. El tiempo pasa volando, hace nada quedaban 6, ó 7, incluso cuando salimos de allí el domingo, dijimos que teníamos por delante 12 meses. Este año las cosas van más preparadas, y ahora estoy empezando a acabar de preparar lo básico que quiero llevar: los llaveros de pokéball, alguna cosa pequeña… cuando me dé por satisfecha con eso y acabe con los encargos de las tiendas me voy a poner con alguna cosa grande que llame la atención, y de ahí, lo que salga. Sin presión; material para llenar la mesa, aunque no me guste, ya tengo. No va a parecer vacía como el año pasado.
Quería, por lo menos, acabar abril teniendo el amigurumi básico todo listo, y poder dedicar las tardes de mayo a preparar la mesa en sí. Los manteles para cubrirla, las rejas para colgar los pendientes y llaveros, y esas cosas. Que igualmente seguiremos ganchillando, pero que esa no sea nuestra preocupación. También hay que tener en cuenta que estaremos ganchillando durante el salón, así que si queda algo sin terminar no habrá ningún problema.

Y yo venía solamente a contar lo de Deviantart. En fin, soy así. Venga, voy a dejar programada la entrada de Tarja para no retrasarla más, en un par de días debería publicarse :)