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12 de mayo de 2012

Una carrera no es una carrera

A raíz de la portada famosa de la Razón con los currículums de los “líderes” estudiantiles, del nuevo baremo de porcentaje de aprobados para las becas generales, y de muchas cosas que estoy leyendo, me pongo a escribir esto. Es tarde, no he tenido el día más tranquilo y no tengo la mente para darle muchas vueltas a las cosas, pero quiero escribirlo, y espero que así sea breve.
Una de las cosas que más criticaba la portada de la Razón es la cantidad de años que llevaban esos alumnos en las carreras, o la edad que tenían. Recuerdo que había un chico con 27 años en 5º, y una chica que, pese a llevar 10 años en veterinaria y no haber acabado, también decía que daba conferencias. Había más, pero no me llamaron tanto la atención.
Hasta ahora, para las becas generales, era necesario aprobar un 80% de los créditos matriculados en el curso anterior. Pronto, no sé cuándo, será necesario aprobar el 90% (en los grados no-ingenierías).
Esto me hizo plantearme algo que no vi que nadie más de planteara, o por lo menos no parecía que nadie lo hiciese. Y es que, ¿qué es una carrera? A mí por lo menos, me pintaron la universidad como un sitio al que ir a formarse, pero no solo académicamente, también de manera personal. Conocer gente, tener experiencias nuevas, desarrollarte como nuevo adulto, adquirir responsabilidades, aprender a luchar por lo tuyo, etc. Claro que estamos para estudiar y para tener una formación especializada y avanzada sobre un campo de conocimiento, pero siempre me la vendieron como algo más.
Entonces, llegan estos dos “hechos” que plantean una carrera universitaria como una carrera de fondo. Como si una carrera cuyo plan de estudios está programado en 5 años, en 5 años tiene que estar completada. Como si fuese prácticamente un delito no conseguir sacar año por año, o como si fuese una obligación hacerlo así. Sin permitir un error, sin dar un margen, como si fuese un trámite que haya que pasar pronto para poder hacer tu vida de verdad, como la ESO, que es un puro trámite.
Una carrera es mucho más que estudiar. Lo veo ahora que llevo intentando hacer esa carrera de fondo durante 4 años y no he sido capaz. En una carrera, sobre todo los que tenemos que vivir fuera de casa, te enfrentas a muchas cosas nuevas, a un montón de problemas (algunos pequeños, pero problemas de todas maneras) que viviendo en casa de tus padres no hubieses afrontado y solucionado. Además de vivir fuera de casa con lo que todo eso conlleva, dentro de la universidad se hace convivencia. Se aprende compañerismo, se aprende a comprender a los demás, a reclamar lo que es justo, y en el caso de los que llegamos solos, a abrirnos a un montón de gente nueva. Leí en un cartel de Pinterest que decía “vida es todo lo que está fuera de tu círculo de comodidad”, y en un lugar extraño, y solo como se está al empezar una carrera, todo está fuera de ese círculo de comodidad. Tienes que aprender a adaptarte, a convivir, a conocer gente nueva, y a buscar posturas que puedan beneficiar a todas las personas.
Esto último se está viendo muy claramente en todos los problemas que se están teniendo para poder organizar la graduación. La cena, el sitio donde cenar, las fotos, la ceremonia, etc. En 1º las personas que lo están moviendo no hubiesen podido organizarlo por faltarles todas estas experiencias.

Lo que me choca es que se esté diciendo que la carrera hay que solventarla pronto. Un 90% de créditos matriculados aprobados por año, e intentar castigar a alguien de 27 años que está en 5º (si entró en la carrera con 22, tras hacer una FP o algo así no sería raro: he compartido clase con adultos que la compaginaban con el trabajo de unos 50 años), como si lo importante fuese sacársela, y sacársela pronto. Porque parece que quien no saca año por año es tachado de vago, de rascarla, de aprovecharse de la universidad pública y del sistema de becas.
Entonces, yo me pregunto muchas cosas. La principal, es si es más importante la cantidad de años que pase en una carrera una persona que la media de sus notas. Había un TDQ hace unos días que se quejaba de que él había sacado la carrera año por año, mientras que sus compañeros habían ido más relajados, tenían mayor media que él y no le parecía justo. Me refiero a que la carrera está para darnos unos conocimientos avanzados. ¿No se supone que debería ser más importante la cantidad o calidad de conocimientos que adquirimos, a la del tiempo que pasamos adquiriéndolos? ¿Por qué parece que está mal si tardamos 7 años en sacar una carrera de 5, aunque se pueda hacer con una media de 9? A mi modo de ver, sería casi preferible. El tiempo, dentro de lo razonable, no debería ser lo importante, si no lo que se sabe, y la capacidad de aplicarlo después.
Me revienta lo fácil que se tacha a los alumnos de vagos así como no aprueban todos los cursos a la primera, lo fácil que es castigar a las segundas matrículas. Señores, la ESO e incluso el Bachillerato nos quedan lejos, y la universidad es muy diferente. No todos pueden seguir el ritmo de estudio establecido por los planes de estudio. Hay gente que tendrá que trabajar por lo que sea, hay carreras que no se pueden sacar año por año (Arquitectura tiene una media de 8 años, creo), y siempre está la posibilidad de, por cualquier cosa, tener un error y no cumplir con los objetivos. Vivir fuera de casa es difícil, se pueden torcer muchas cosas, y parece que se están castigando los errores. Un mal examen, una asignatura atragantada, una mala semana, incluso una mala convocatoria la puede tener cualquiera sin que signifique que no le importan sus estudios y que pasó el cuatrimestre borracho siendo un despojo social. Personalmente, tengo un trastorno de ansiedad que me ha impedido cumplir con la mitad de los exámenes del junio pasado, y por eso se me ha metido en el saco de alumnos vagos; al Ministerio le ha dado exactamente igual el informe firmado por el psicólogo de la universidad. Y como yo hay más gente. Y alguna otra que tiene que trabajar, o que tiene que atender a hermanos pequeños. U otra que, desde arriba está mal vista, pero a los alumnos nos hacen un favor increíble; prefiere sacrificar los estudios e ir a unas pocas asignaturas por año a cambio de dedicarse a las asociaciones estudiantiles, que no solamente organizan protestas, sino que informan a los alumnos de becas, convocatorias, del funcionamiento de los departamentos, de nuestros derechos y obligaciones como alumnos, y toda clase de información en general (y que nadie más nos va a dar).

Si alguien tiene la oportunidad de pasar algunos años “de más” estudiando, pero sacándole más rendimiento a su experiencia o a la enseñanza que le van a dar, yo creo que debería aprovecharla. Yo me he pasado estos 4 años forzada a sacarlos año por año, corriendo, porque me cogía Bolonia. Y lo único que tengo ahora es una presión increíble para sacar tantas asignaturas como pueda en junio (da igual que sea con un 10 que con un 5 mientras estén aprobadas), y un año de incertidumbre por tener que sacar las asignaturas que me queden como sea, porque ya no hay docencia.
Y todo esto sin beca. Porque soy una malísima alumna pese a la media de estos años (no la tengo calculada exactamente, pero anda entre un 7,5-8), o de tener que matricularme de 100 créditos en 3º y 4º (concretamente 96 en 3º y 102 en 4º) y no llegar a aprobar el 90% (me gustaría saber quién puede aprobar 100 créditos por año).

No todo, como siempre, es blanco o negro. Y algunas cosas hay que pensarlas bien. ¿Rapidez, o nota media? ¿Qué prefiere un país para sus estudiantes?

1 comentario:

Isi G. dijo...

En este país se prefiere la incultura, no sé si te has dado cuenta ya, visto lo visto con tanto recorte. Que nos den, básicamente.

Mucho ánimo y sigue apretando, guapa, que seguro que te sacas la carrera :)

¡¡Besazos!!