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11 de septiembre de 2012

Primeros exámenes

Estos días se está pasando el tiempo volando. Me levanto temprano, me acuesto tarde, y parece que en el medio, todas esas horas que quedan... no son suficientes.
Hace más de una semana que estoy en Coruña, y ya hice los primeros-últimos exámenes, aunque ahora queda lo peor.

Los exámenes los empecé ya el 3 de septiembre, con Gramática II. Voy a diciembre. Si me aprueban es por un aprobado general, porque mi examen no está bien. No está bien porque no sabía ni cómo eran los exámenes, no lo estudié para lo que era, y no voy a llegar al 5. Ahora ya lo sé, y así como me den la nota iré a hacer la revisión para hablar con las profesoras para en diciembre aspirar a más de un 5 por lo menos. Espero que sea la única que me quede para entonces.
Desde entonces he tenido solamente dos exámenes más, aunque deberían ser 4. La Xunta decidió que era super importante hacer que el viernes 7 fuese festivo (celebran el inicio del curso con un festivo, Spain is different), y tenía dos exámenes, que me pasan para el 17. Me jode porque eran dos exámenes que tenía prácticamente listos, y me los atrasan 15 días. Y me jode algo más que al ser un lunes me quitan un fin de semana de relax por Coruña. Contaba con tres fines de semana para salir, para estar con la gente, o para estar en mi cama despierta sin preocuparme por los ruidos de la calle (tengo el piso en la zona de marcha xD), y me los reducen a 2 porque algún político estúpido dijo que era divertido hacer festivo ese día.
Los otros dos exámenes que hice, creo que bien. De uno suponía las preguntas (profesores vagos que repiten exámenes de junio a septiembre), y no me equivoqué. Ahora que haya estudiado la manera correcta de responderlas, que a mí lo de “comenta esta palabra” y que esa palabra sea un demostrativo me da miedo. Sobre todo cuando hicimos “prácticas” en clase y el profesor se dedicó a hablar de cualquier cosa menos de esa palabra.
El otro fue más o menos como lo esperaba, y ya tengo la nota. Un 5 raspadito, pero es una menos. Para haber ido a clase muy pocos días, para no haberme gustado la asignatura y haberla estudiado la noche antes, estoy contenta y no me voy a quejar.

Mañana tengo uno de los exámenes que más miedo me dan, y para el que llevo estudiando más tiempo. Me vuelvo a enfrentar a Semántica Léxica, sin mucha idea de qué me pueden preguntar. Y me enfrento por tercera vez, tras haber preparado el examen 5, y acojonarme a última hora en dos convocatorias. Desde que me presenté por última vez se jubiló el profesor que hacía los exámenes (en realidad se jubiló en la última convocatoria en la que me presenté) y ahora va hacerlo y corregirlo el vago que repite los exámenes de convocatoria en convocatoria. Lo que sé seguro es que el examen va a ser más corto, es decir, aunque sean igualmente 4 preguntas para desarrollar, van a ser preguntas menos generales, más específicas, y más cortas de escribir. El problema que tuve siempre con esos exámenes es que hacen unas preguntas tan generales que no sé qué quieren que cuente y nunca me doy cuenta de si me estoy dejando algo, al ser tan abiertas. A ver si con este, que además debe estar cansado de tener alumnos residuales en esta asignatura, se porta y pone un examen fácil, o entendible. Aún recuerdo la primera pregunta de uno de los exámenes que hice: “La semántica léxica”. Aha. Muy bien. La asignatura se llama así, y tenemos casi 100 hojas de apuntes. Qué le pongo? Todo?

Y luego iremos con las asignaturas de literatura. Estoy más confiada aunque a estas alturas todavía no me encontré un profesor que me hiciese una crítica constructiva (se limitan a decirme “es que te faltan cosas”), pero no me dicen qué cosas. Igualmente, confío en esos exámenes. Tengo ganas de aprobarlos, y de aprobarlos bien, no como Semántica, que si se pudiera aprobar con un 3 no iba a pedir un 5 xD

Y cuando acabe los exámenes me esperan 15 días de vacaciones en Coruña que quiero aprovechar bien. Llevo todo el verano encerrada en casa, madrugando para estudiar y sin hacer nada divertido, y aquí tengo gente a la que llamar. Vivo además en una zona buena de la ciudad, donde siempre hay cosas que hacer y sitios a los que ir, que se junta con que es fin de verano y están organizando cosas chulas. Empezando por unas jornadas de terror, que entre proyecciones de películas (no voy a ir, no soy tonta) y documentales (a lo mejor sí voy a alguno) van a hacer una zombie walk a la que quiero ir, pero de zombie. Ya surgieron también un par de conciertos a los que ir los sábados por la noche, tengo el acuario al lado de casa para ir a ver peces y focas, me pareció ver en google que estoy al lado del museo de arte contemporáneo, y más cosas. Entre ellas, tengo que llamar a un par de amigos con los que a finales de curso del año pasado tuvimos una conversación “es que yo no tengo modelos, es que yo no tengo fotógrafos” y hay que solucionar eso.
Espero no aburrirme.

Mientras, sobrevivo a los exámenes dándole a la cabeza. He diseñado un par de guantes de ganchillo que me gustaron mucho (aunque no puedo acabar el segundo porque a dos vueltas del final me quedé sin lana :__), y estoy juntando muchas ideas para hacer cuando vuelva a casa. Cuando llegue, espero que sea con un solo examen a la vista, y hace un tiempo que tenía esa sensación de “quiero ganchillar, pero no sé qué”, y para solucionarlo estoy juntando una cola de proyectos, de ideas, más que de amigurumis concretos, para hacer. Iris me enseñó a usar bien Ebay estos días, y tengo material en camino que creo que me va ayudar bastante. No a ganchillar, porque son “accesorios”, pero sí a querer hacer cosas para poder usar esos accesorios. Cuando estén hechos y los enseñe ya se me entenderá mejor :)
Además, estoy empezando a moverme para hacer cosas diferentes. No tengo trabajo, no tengo carrera todavía, pero no me voy a quedar quieta!
Quiero aprovechar, en fin, este invierno para aprender, para volver Enemy Dolls un poco más serio, para juntar material para resistir el verano (si en el Expotaku me masacraron, en el Mercado Medieval me remataron), que este año en dos eventos me desplumaron y aún ahora no junté tiempo para reponer; y seguir creciendo. Aunque lo lleve tiempo diciendo, quiero empezar a tener mi colección de patrones propios, dejar de usar tanto material de otra gente (aunque sea con licencias libres, quiero ser más independiente) y esas cosas. Quiero trabajar en el amigurumi, y creo que voy a tener tiempo para ello. Desde luego, tengo ganas.

Lo malo es que después de llegar a casa, después de acabar los exámenes, esas son todas las perspectivas que tengo. Al igual que mis compañeros. 3 que tienen todo aprobado quieren hacer el máster, otra que espera terminar en septiembre también pero después de eso... ninguno sabemos qué queremos hacer. Ninguno sabemos qué va a ser de nuestra vida. Nuestra carrera era cómoda: carrera->CAP->prácticas del CAP->oposiciones->enseñanza secundaria. Pero nos faltan los dos últimos nudos de la cadena. Las salidas de nuestra carrera no se pensaban. Era una progresión continua que no nos llevaba a tener problemas existenciales de “ahora qué hago con mi vida”, era todo más sencillo. Pero ahora ninguno sabemos nada. Los que más claro lo tienen son dos que tras hacer el máster van a seguir con el programa de doctorados, para quedarse en la universidad (aunque sea como becarios-esclavos 5 años), pero para los que eso no nos llama, estamos frente a un mundo cruel en el que no sabemos muy bien cómo colocarnos.
Yo tengo el apoyo del ganchillo. Me mantiene ocupada, sueño con un día poder vivir de eso (soñar es gratis), y voy sacándole dinero poco a poco. Puedo buscar trabajo mientras, mientras (soñar es gratis) no se convierta en algo rentable de ser un trabajo “de verdad”.

Pero un paso de cada vez. Primero, terminar los exámenes. Luego, sobrevivir a octubre. Y luego, a ver cómo se vive en el abismo.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Bueno, primero a ver esos exámenes y luego ya se pensará qué harás, porque si no te comerás mucho la cabeza y ahora estás con otras cosas más importantes ;)

¡Suerte con todo! Besos^^